Alta Velocidad

La intermodal y la variante exterior llegan al 2020 sin licitación

Recreación de la futura estación intermodal de Ourense.
photo_camera Recreación de la futura estación intermodal de Ourense.
Gobierno y Adif se habían comprometido insistentemente en que saldrían a concurso en 2019

El año 2019 finalizó sin que saliesen a licitación pública dos obras clave para terminar la línea de alta velocidad en Ourense y que habían sido comprometidas por el ministerio de Fomento: la variante exterior y la estación intermodal. Ambas obras representan el grueso de la inversión pendiente de ejecutar en la línea de alta velocidad a Galicia, con una cifra estimada que se sitúa en torno a los 600 millones de euros.

El pasado mes de marzo fueron publicados en el Diario Oficial de la Unión Europea varios anuncios en los que se señalaba como plazo de licitación para distintos contratos del primer tramo de la variante exterior el segundo semestre de 2019. 

Meses después, en junio, durante una visita a las obras en el túnel de Seiró en Vilar de Barrio y el ramal de conexión de Taboadela, el director general de construcción del Adif, Juan Pablo Villanueva, confirmó que dichos contratos, ya ultimada la tramitación previa se licitarían a lo largo del segundo semestre del año. Ese mismo día, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada añadió que los contratos relativos a la construcción de la estación intermodal de Ourense comenzarían a licitarse antes de finalizar el año.

Pues bien. El año ha concluido y ninguno de los dos proyectos se ha visto materializado con la licitación de alguno de sus contratos. En el caso de la variante exterior, estaba previsto que se publicasen en el perfil del contratante del Adif alguno de los contratos del tramo de 9,4 kilómetros de línea desde Taboadela a Seixalbo, cuyo importe, estimado por Villanueva, ronda los 143 millones de euros del total de 475 millones en los que está presupuestada la totalidad de la obra de integración de la línea de alta velocidad en la ciudad de Ourense.

Para la variante exterior, el Adif se había fijado el año 2025 como fecha límite de entrada en servicio, cinco años después de hacerlo el resto de la línea. Pero el retraso ya se empieza a materializar incluso antes del inicio de las obras, en sintonía con la demora de la entrada en servicio de la línea, que ya no será en 2020, sino en torno al 2022.

Pero la variante no es la única cuenta pendiente del Adif. La estación intermodal también se ve afectada por la falta de tramitaciónes con la que el administrador de las infraestructuras ferroviarias está incumpliendo los compromisos adquiridos con Ourense. 

Cinco contratos en el limbo

Hay cinco contratos, cuyo importe total supera los 105 millones de euros, que siguen en el limbo administrativo. El más importante, en cuantía y tiempo de ejecución es el que afecta a la pasarela peatonal y la estación intermodal, con un total de 66,9 millones de euros y un plazo de 44 meses. A ese se refería Javier Losada cuando anunció el pasado mes de junio que saldría a licitación en el último trimestre de 2019, cosa que no ha sucedido.

Existe una secuencia necesaria de planificación de los cinco contratos, porque unas obras están necesariamente encadenadas a otras, de manera que no vuelva a suceder lo que está ocurriendo con estación de autobuses y parking, que por el retraso en el último se obstaculizó el inicio de las obras en el primero.

Detrás de las obras del edificio y pasarela peatonal, tienen que ir secuenciados los cinco años que serán necesarios para el cubrimiento de vías, su urbanización, el cubrimiento adicional de la playa de vías y su urbanización y, por último, el vial sobre la playa de vías que conectará ambos barrios de A Ponte, divididos por la traza ferroviaria desde hace más de sesenta años.



Dos obras sobre las que pesa la amenaza de la suspensión

Hace siglo y medio se acuñó el término de "carreteras parlamentarias" para definir aquellos proyectos de carretera que se aprobaban en el Parlamento, el diputado de turno volvía todo contento a su circunscripción diciendo que la había conseguido, pero jamás se ejecutaban. Solo existían dentro del Congreso. Fuera de la Cámara eran papel mojado porque ni tenían consignación presupuestaria ni tan siquiera un proyecto que las elevase a un nivel superior pero igualmente hipotético: Ourense cuenta con una larga lista de trenes de papel, que solamente tuvieron vida en los proyectos trazados por sus ingenieros: Ourense-Xinzo-Verín, A Rúa-Trives-Viana do Bolo, Ourense-Celanova-Bande... Y de momento, Taboadela-Seixalbo-A Ponte y estación intermodal de A Ponte.

La diferencia es que antes solamente se dibujaban y ahora se recrean con imágenes en 3D que las hacen más vistosas, incluso con una apariencia más realista pero, sin ser más que eso: apariencia. Mientras no estén licitadas y adjudicadas, solo existen en el papel.  Y cada día que pase, esa materialización se encontrará con más obstáculos: desde la falta de capacidad financiera del Adif para acometerlas, a un cambio de objetivos, con la Y vasca, Asturias, Extremadura, el Corredor del Mediterráneo o Murcia, reivindicando, igual que Ourense por el cumplimiento de los compromisos adquiridos.

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