AVE

El estado de alerta no frena las obras del AVE en Ourense

Un Alvia, procedente de Madrid, pasa al lado del cargadero de balasto de Meamán.
photo_camera Un Alvia, procedente de Madrid, pasa al lado del cargadero de balasto de Meamán. // Manuel Gil
El montaje de la vía prosigue desde La Canda y Meamán hasta su encuentro en Campobecerros

El estado de alerta no ha paralizado las obras del AVE en la provincia de Ourense. Con un ritmo, quizás más lento de lo que hubiera sido en una situación normal, máxime cuando el Adif apura al máximo las obras para minimizar el retraso acumulado a lo largo del año pasado, los trabajadores siguen en sus tajos en los más de 90 kilómetros de trazado que discurren a lo largo de la provincia de Ourense desde la salida del túnel de La Canda hasta las puertas de la estación de Ourense. 

El ritmo es más apreciable en las fases correspondientes al montaje de la vía que se desarrollan hasta Taboadela. En la línea de alta velocidad estas labores fueron fraccionadas en dos contratos. El primero, con origen en Pedralba de la Pradería y final en Campobecerros, fue adjudicado a la empresa Ferrovial. El segundo, desde Campobecerros hasta Taboadela, allí donde comienza el ramal que conecta la línea de alta velocidad con el trazado de la línea convencional, es tarea de Contratas y Ventas, SA (Convensa).

El final del montaje de la vía se producirá cuando ambas empresas se encuentren en Campobecerros,  en una recta de 1.218 metros de gran amplitud porque en ella se va a instalar un puesto de banalización, que es el tramo de vía que permite que los trenes puedan pasar de una vía a otra, ya sea para adelantar a un tren más lento o para salvar un obstáculo en la línea que le obliga a ocupar la vía asignada a los trenes que circulan en sentido contrario.

La previsión del Adif es que ese encuentro se produzca a lo largo del actual mes de marzo, en lo que a la vía derecha se refiere. A día de ayer todavía no se había producido ese encuentro. Las traviesas ya están perfectamente colocadas sobre el primer lecho de balasto, tanto en la vía derecha como en la vía izquierda. Sin embargo, falta el tendido del carril, que previsiblemente se realice desde la base de Meamán, que es la más cercana a este punto, ya que la de Vilavella, que sería la más próxima teóricamente, ha quedado descartada como centro de operaciones de los trenes carrileros por el retraso que se produjo en su construcción. En la losa de transferencia de carril de Meamán hay acopio suficiente como para realizar un nuevo tendido. La vía férrea ya está colocada desde Meamán hasta el viaducto derecho Teixeiras. Tras salvar ese arroyo que da nombre a los viaductos se encuentra  la boca del túnel de Portocamba, de 3.680 metros de longitud y es previsible que en la actualidad estén realizando el montaje sobre la vía en placa en dicho túnel actualmente, del mismo modo que en el de Bolaños, tambíen de la vía derecha, ya que desde Pedralba de la Pradería ya ha sido tendida hasta la puerta misma de ese túnel. El pasado 21 de enero, el montaje de la vía se encontraba en el túnel de O Cañizo, a las puertas de la estación Porta de Galicia, en A Gudiña. En las tres semanas que han discurrido desde entonces, el tendido de la vía ya traspasó la estación de A Gudiña y su puesto de adelantamiento y estacionamiento y el túnel de O Espiño, de 7.924 metros.

Si las circunstancias adversas que implica el estado de alarma no alteran demasiado el ritmo de trabajo, la vía podría llegar a Campobecerros antes de finalizar este mes y así cumplir el objetivo que se autoimpuso el Adif el pasado mes de febrero. Otros trabajos, como el montaje de postes y elementos complementarios de la catenaria, que son los que aportan el suministro eléctrico a los trenes de alta velocidad, llevan en cambio un ritmo más lento. Todavía faltan postes en algunos subtramos del área más montañosa de la provincia de Ourense, como los viaductos de Teixeiras, y en el tramo más próximo a Ourense, concretamente en el corredor de ancho mixto entre las estaciones de Taboadela y Ourense. Adif espera finalizar esos trabajos en el tercer trimestre de este año.

¿Dónde comen los trabajadores del AVE?
Para la hostelería de localidades como A Gudiña, O Pereiro en A Mezquita, Meamán, Campobecerros y otros núcleos de población cercanos al trazado de la línea de alta velocidad, las obras de montaje de la vía, de los sistemas de protección civil y seguridad en los túneles y la catenaria habían revivido, aunque en menor intensidad, la gran ocasión que supuso la fase anterior, la construcción de la plataforma, los túneles y los viaductos, con centenares de trabajadores y técnicos de las empresas adjudicatarias, así como los de empresas de transporte y subcontratas que daban soporte a las UTE. El cierre a cal y canto establecido por el decreto del estado de alarma, no solo ha privado a esos establecimientos de su oportunidad de negocio. También ha privado a los trabajadores, suministradores y técnicos de un lugar en el que  almorzar.
Durante la fase de obras de la infraestructura, en algunos puntos, como Campobecerros, donde había una gran afluencia de trabajadores, tanto en los túneles como en la fábrica de dovelas que se montó sobre el terreno para alimentar la tuneladora que las iba colocando a medida que perforaba los túneles de Bolaños, las contratas habían emplazado comedores para los obreros, de manera que podían realizar sus paradas para el avituallamiento. Pero en la actualidad esos comedores ya no existen. 
Otro tanto sucede con los transportistas, que tampoco encuentran ni restaurantes de carretera ni áreas de servicio con comidas en todo el territorio español.

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