El organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente gastó cerca de 1,5 millones de euros en nóminas
La conclusión de su inventario de bienes ha permitido a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil conseguir el visto bueno, "con ciertas salvedades", a sus cuentas anuales, algo imposible durante los últimos años por esa circunstancia.
Así consta en la auditoría realizada por la Intervención General del Estado publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado, que resume que las cuentas "expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera" del organismo a 31 de diciembre de 2016.
Los reparos emitidos por el ingterventor se centran en la imposibilidad de comprobar la corrección de las autoliquidaciones presentadas por los contribuyentes sobre el canon de utilización de aguas continentales para la producción de energía eléctrica. "No se ha podido comprobar la exactitud del ingreso obtenido, constituyendo una limitación al alcance del trabajo de esta auditoría", señala la resolución.
Además, el Estado cuestiona el exceso en la masa salarial autorizada para el personal de la Confederación Hidrográfica, concretamente en 58.874 euros. El organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente gastó cerca de 1,5 millones de euros en nóminas.
En la documentación aportada por la Hidrográfica, se recoge que cerró el pasado ejercicio con un superávit de algo más de seis millones. La entidad logró reducir su deuda, hasta situarla en unos 14 millones. n
