ATRAPADOS EN TURQUÍA

Estambul sí, pero con sol

mezquita turquía
photo_camera Ricardo y Mary Carmen

En casa, por fin, después de cuatro días de incertidumbre en Estambul, Ricardo y Mary Carmen apuntan que su caótica experiencia ha sido en el fondo una gran lección de solidaridad.

Dos hormigas en medio de una marabunta de 7.000 y una marea de idiomas desconocidos. Ricardo y Mary Carmen formaron parte de la excursión de 42 ourensanos que se quedó atrapada en el Aeropuerto Internacional Atatürk por culpa de la nieve y que afortunadamente regresó a casa el pasado sábado.

"Fuimos 42, así que tenemos 42 historias", comenta Mary Carmen, explicando que "cada uno de nosotros vivimos la situación a nuestra manera, de acuerdo con nuestra personalidad y nuestra forma de entender el mundo". Haber superado las 40 horas sin dormir y un encierro en un autobús que rozó las siete horas es una experiencia que puso a prueba la paciencia de los turistas ourensanos.

El clima de caos e incertidumbre de la espera no se tradujo en miedo, aclara el matrimonio, aunque sí generó una sensación de "impotencia y maltrato". Los ourensanos centran sus reproches sobre la agencia mayorista de viajes Sendas Europa y sobre el Consulado Español en Estambul. "La agencia contaba a nuestra hija que estábamos ya en un hotel mientras nosotros le decíamos que seguíamos encerrados en el autobús; mentían", cuentan, al tiempo que critican que el Consulado no hubiese enviado a algún representante "a reconfortarnos psicológicamente y a ayudarnos en la negociación con la aerolínea, que es lo que se pide en esos momentos". "No pedíamos que viniese el cónsul en persona, solo que el Consulado tuviese presencia física en nuestro problema", señala Mary Carmen, que reprochó que la oficina española comentó a su hija que "solo podía intervenir en casos de fallecimiento".

La larga espera en el aeropuerto ha sido una lección de vida para ellos. "Lo más importante es tener contigo los billetes, la maleta de mano con todo lo imprescindible dentro y el cargador del móvil, aunque sea en los dientes", explica Mary Carmen con humor. Otra de las lecciones destacadas de esta odisea es, sin duda, "la solidaridad". "La experiencia no fue tan mala gracias a la cohesión del grupo y a la gente que nos encontramos", destacan, apuntando que "si alguien se venía abajo, lo reconfortábamos".

Con todo, el grupo ya piensa en clave Entroido 2016, aunque todavía sin un destino elegido para el que será su sexto viaje conjunto. Aunque Ricardo no ha encontrado Estambul todo lo bonita que hubiera esperado, Mary Carmen ha regresado asombrada con la ciudad. "Recomiendo a todo el mundo que la visite, ¡pero cuando haga sol!", dijo.

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