La patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense detectó un vehículo que circulaba a 211 kilómetros por hora en la A-52, a la altura de Ribadavia, en un tramo en el que la limitación es de 120 kilómetros por hora.
Por ese motivo, al conductor se le instruyó un atestado en calidad de investigado por un posible delito contra la seguridad vial. Se trataba de un BMW, modelo 330D, conducido por un vecino de Gondomar (Pontevedra), de 28 años de edad.
El día anterior también fue localizado otro vehículo circulando por la misma vía a 230 kilómetros por hora. La Guardia Civil constata en los últimos meses un aumento en los excesos de velocidad cometidos por menores de 30 años, y recuerda que las multas pueden ser entre 100 y 600 euros con pérdida entre 2 y 6 puntos.
