JUICIO

Un exbanquero alega que devolvió el dinero que se llevó

Juicio en la audiencia a banquero
27-11-14
photo_camera El exsubdirector de una entidad bancaria del Banco Santander de Allariz.

Mientras que el reconocimiento de deuda lo cifra en 42.000 euros, el banco la eleva a 875.533

El exdirectivo bancario de Allariz Manuel R.V., acusado por la Fiscalía de falsedad en documento mercantil y apropiación indebida, ha negado este jueves haberse quedado con el dinero salvo en el caso de un cliente, del que recibió 42.000 euros y ya se los devolvió, según ha declarado en el juicio que comenzó este jueves en la Audiencia Provincial de Ourense. El Ministerio Público pide cinco años de cárcel por apropiarse de 347.000 euros.

En su declaración, el acusado ha insistido en responder en varias ocasiones con un "no recuerdo" a todas las preguntas de la fiscal y acusación particular, ejercida por el Banco de Santander, sobre documentos firmado por él como reconocimiento de deuda a varios clientes que denunciaron en el banco la desaparición de dinero de sus cuentas a plazo fijo.

"Sólo reconozco mi firma del reconocimiento de deuda para 42.000 euros de un cliente, en un papel que me entregó el que era director de la sucursal y yo firmé y devolví todo ese dinero, porque me dijeron que así me darían otra oportunidad y seguiría trabajando, aunque fuese rebajado de categoría", ha relatado el procesado.

Además, ha añadido que no se apropió "de nada" y el reconocimiento de deuda de diciembre de 2003 lo firmó porque esperaba seguir trabajando. Pero después de devolver el dinero, el banco le dio el finiquito en A Coruña en enero de 2004. "Me quedé sin trabajo y sigo en el paro", agregó.

CAJA DE SEGURIDAD

En los demás documentos de reconocimiento de deuda, presentados por el banco como firmados por el acusado, ha dicho no recordar ninguno, pues tras su cese y despido en enero de 2003, no volvió a saber nada del banco. Entre ellos, le mostraron en el juicio uno de 42.500 euros del que explicó que era dinero depositado por un cliente tras la muerte de su esposa. "Le di un recibo pero no lo registré ni tenía que contabilizarlo porque lo único que hice fue mantenerlo allí, como si fuese una caja de seguridad" y no volvió a saber nada de él.

En sus declaraciones a preguntas de la Fiscalía, acusación particular y defensa, ha negado en varias ocasiones tener relación con otras retiradas de dinero de cuentas de clientes, y no reconoció su firma en documentos posteriores a su despido, a lo largo de 2004.

"Desde enero no tuve conocimiento de más inspecciones ni firmé ningún otro documento", agregó, y ante cada documento de reconocimiento de deuda mostrado durante el juicio, supuestamente firmado por él explicó: "No recuerdo haber firmado esto, la firma no es la mía pero sí parecida".

ASCENDIÓ

Entre los testimonios estuvieron el del abogado que presentó la querella del banco, el del que era director de la sucursal en la que una auditoria detectó "manipulaciones" en las cuentas, y varios de los clientes afectados y familiares, pues algunos ya fallecieron.

Entre los clientes, testificaron los herederos de titulares de cuentas antiguas de depósitos a plazo fijo, que acudieron a la sucursal bancaria para comprobar el estado de las cuentas al fallecer el titular. Todos admitieron que el banco les devolvió los importes desaparecidos de sus cuentas, y algunos también los intereses correspondientes, entre ellos 113.000 euros y 106.000 euros correspondientes a un vecino que tenía sendas cuentas a nombre de su hijo y de su esposa.

Uno de los testigos ha explicado que fue al banco por las sospechas que despertó en él una vecina, que le habló de que desaparecía dinero en esa sucursal. "Fui al banco y pedí el dinero, y me dijeron que no tenía nada y que había sido el acusado, que además era el que siempre me atendía", ha relatado. Además, dijo que habló con el acusado y éste le negó haberse llevado nada. "El banco me devolvió todo e incluso los intereses, aunque esto costó más", agregó.

Por su parte, el que era director del acusado cuando se detectaron las irregularidades declaró que una auditoría interna de noviembre de ese año "fue la que detectó la manipulación de las cuentas y coincidía que los clientes eran atendidos siempre por el acusado". Añadió que el comprobante del dinero que desaparecía, era la cartilla que tenían los clientes, donde figuraban los fondos, aunque algunas eran antiguas y no estaban mecanizadas.

A preguntas de la defensa, admitió que el banco le envió una carta sobre "irregularidades" en su gestión y que firmó un documento para reconocerlas. "Tras las inspecciones, me enviaron a Xinzo de Limia en 2005 con categoría superior y me prejubilé este año 2014", abundó.

EL BANCO DEVOLVIÓ MÁS DEL DOBLE

En el juicio, la fiscala aludió a los posibles casos de apropiación que fueron investigados, por un total de 347.000 euros, pero la acusación particular ejercida por el banco reclama al exdirectivo, la devolución de 875.000 euros, además de seis años de prisión por los mismos delitos calificados por el Ministerio Público.

Según el letrado del banco, devolvió a otros dos clientes, que están en Suiza y en Francia, los importes de 447.000 y 30.000 euros, por lo que ahora se los reclama al acusado.

PERITO

El juicio se suspendió hasta el viernes a las 10,00, tras prestar declaración todos los testigos, y quedan por hacerlo un perito caligráfico y otro mercantil en una sesión que rematará con los informes definitivos de las partes.

La defensa pide la libre absolución porque considera que "no hay pruebas" contra el acusado. "El principal testigo de cargo es el exdirector, y resulta que tuvo una carta sobre irregularidades que reconoció en su gestión y fue ascendido, y aunque ya se jubiló parece recordar de forma precisa detalles que ni los auditores saben", según ha concluido el abogado José Luis Carnicero.

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