TRIBUNALES

La existencia de una amante centra el juicio al homicida de Abadiño

Su hijo conocía su relación con otra mujer desde hacía  cuatro años tras ver los correos en su ordenador

El hijo y nieto de Mari Luz Alejos y Amelia Rodríguez, las dos mujeres muertas en Abadiño (Vizcaya) a manos de su marido y yerno, Benito Quintairos, natural de Atás (Cualedro), conocía la doble  vida que estaba llevando su padre con otra mujer. Así lo aseguró ayer en la vista que se está siguiendo en la Audiencia de Bilbao. Lo sabía desde el año 2010, cuando entró en el ordenador de su padre con el objetivo de arreglárselo (se le había estropeado) y descubrió y leyó los correos electrónicos que le mandaba a su amante.

El acusado reconoció el pasado lunes durante el interrogatorio haber matado a su mujer y suegra. Ayer le tocó declarar a su hijo, que en el momento del doble crimen tenía 24 años, y, durante el interrogatorio, aseguró que le preguntó a su padre por la relación con otra mujer, "pero me dijo que iba a romper con ella. Yo confiaba en él, le creí", apuntó. 

Más tarde, relató el joven, un amigo me dijo que lo había visto con una joven brasileña en San Juan de Gaztelugatxe, volvimos hablar y "le di una segunda oportunidad y una tercera, pero la cuarta no. Le di a elegir y está claro que optó por esa mujer", reprochó mirando a su padre, que durante el interrogatorio mantuvo la cabeza baja.

En la actualidad, el joven no tiene ningún tipo de contacto con Benito Quintairos. En este sentido, explicó que visitó a su padre 10 veces desde que está en prisión, pero fue para solucionar los temas de la herencia.

El hijo del presunto homicida describió el matrimonio de sus padres como "más o menos normal", recalcando que discutían de vez en cuando por los problemas económicos que arrastraba la carpintería. Si embargo, en su opinión, este no fue el motivo para perpetrar el doble crimen. "Mi padre tenía otras prioridades. Anteponía su relación a todo los demás", recalcó.

Tratamiento de fertilidad

Tras el hijo del matrimonio, prestó declaración una hermana e hija de las fallecidas, que aseguró desconocer que su cuñado tenía una relación extramatrimonial. También testificó la amante, que lo hizo por vídeoconferencia para no encontrarse con la familia de Quintairos y de sus víctimas. La mujer lo describió como un hombre amable y siempre dispuesto a ayudar a los demás.

La amante recordó que siete días antes del doble crimen, ella había dado a luz a una niña, concebida mediante tratamiento de fertilidad en una clínica que había pagado Quintairos Folgoso. Reconoció que le dijo en varias ocasiones que "no podemos seguir así, siendo amantes". 

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