fraude fiscal

La expansión de los negocios chinos genera inquietud en el comercio local

Ourense. 08-06-17. Local. Negocios chinos.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Un negocio regentado por chinos, ayer en Ourense.

Las operaciones de Hacienda contra el fraude fiscal en productos asiáticos acrecientan la desconfianza sobre sus prácticas

 La Agencia Tributaria inició ayer una operación en toda España contra el fraude fiscal y la economía sumergida en el sector de la importación, distribución y venta de productos procedentes de China, con entradas y registros en 61 naves de polígonos industriales , 7 de ellas en Galicia y ninguna en la provincia de Ourense. El Plan de Control Tributario de Hacienda de 2017 ha puesto el foco en el mercado asiático y esta importación de productos, a través de la "comprobación e investigación de las importaciones de productos de consumo, textiles y otros con origen asiático". La agencia estatal intenta evitar así el "fraude originado por importaciones infravaloradas seguidas de ventas en economía sumergida de multitud de productos de consumo".

Estas operaciones convergen en el tiempo con el malestar creciente entre parte del comercio ourensano, por la proliferación de negocios regentados por empresarios asiáticos que compiten ofreciendo productos a precios muy económicos, lo que hace que a mucha gente no le salgan las cuentas. 

El comercio chino, hasta hace unos años circunscrito al sector del bazar y el hostelero, está reorganizándose en los últimos tiempos, buscando nuevos nichos de mercado en la provincia. La peluquería, por ejemplo, es uno de los sectores que ha notado la irrupción de los empresarios asiáticos, que ofertan precios muy asequibles para el público. Hace dos años abría sus puertas una peluquería regentada por un matrimonio en la calle Ramón Cabanillas y los negocios de la competencia de la zona lo han notado. "Hemos perdido clientela, sobre todo al principio. Por lo que me dicen los comerciales que nos visitan, usan pocos productos de grandes marcas y traen mucho producto importado de su país, lo que seguramente les abarata los costes. Sin embargo, tenemos clientes que anteponen calidad a precio, lo que nos hace sobrevivir", comentan en una peluquería de Bedoya.

El presidente de la asociación de comerciantes Couto Centro, Tito Taín, reconoce que "la gente está sorprendida con la facilidad que tienen para montar un negocio", y se explica: "Gestiono varios locales y sé lo difícil que es hacer todas las gestiones para conseguir licencias, autorizaciones, etcétera".
José María González, presidente del centro comercial aberto Ourense Norte, entiende que si estos negocios abren "es porque cumplen con todos los requisitos legales, pero nos sorprende que accedan a esos bajos tan grandes y paguen a tocateja. Además, tienen empleados sin problemas y yo sé lo que cuesta tener una plantilla, aunque sea mínima". Remata: "A nosotros no nos cuadran las cuentas porque sabemos lo que cuesta mantener un negocio".

El representante de los comerciantes de la zona centro, Luis Rivera, considera que "a eso solo se le combate con calidad; hay empresas como los Paradelo que están haciéndolo y, de hecho, acaban de abrir otro local dedicado a la venta de plantas". Cristina Acuña, presidenta de los comerciantes de la zona de San Francisco, solo pide que "tengan las mismas reglas de juego que tenemos nosotros". Tito Taín añade un dato y un aviso: "Yo dirigí una ferretería muchos años y la tuve que cerrar, porque los bazares chinos, junto con las grandes superficies, eran una competencia directa y muy fuerte; si ahora se lanzan al mercado del textil..."

Aumentan los asiáticos 
Esta expansión se demuestra con el aumento de población de origen asiático residente en Ourense, que casi se ha triplicado en los últimos diez años. En 2007 eran 185 los ciudadanos con alguna nacionalidad de Asia que vivían en la provincia, en 2010 eran 300, en 2012 eran 386, en 2013 eran ya 447, alcanzaron el máximo en 2014, con 450 y, en el primer trimestre de 2017, eran 431, según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE). En cuanto a aquellos que nacieron en China, en 2007 eran 161 y crecieron un 100% hasta situarse en 324 en 2016.

Las condiciones laborales, otro tema conflictivo de los empresarios chinos

Los sindicatos perciben una mayor presencia de ciudadanos originarios de Ourense trabajando en estos establecimientos. "Estamos empezando a recibir algunas quejas y hay trabajadores que ya están denunciando condiciones abusivas . Pero, de momento, solo hay reclamaciones puntuales y necesitamos hacer algo más global", destaca Juan Sas, desde CCOO. Intentan defender unas buenas condiciones laborales, "pero muchos empresarios mantienen negocios centrados en el ámbito familiar, en los que es imposible que alguien reconozca abusos", aseguran.

Un hombre de 33 años, que quiere mantener el anonimato, explicó a este periódico las condiciones en un restaurante chino de la ciudad para el que trabaja: "El turno es de lunes a domingo y solo quieren gente que se dé de alta como autónomo; no hay días libres", señala. "Sustituí a otro chico que hacía a la vez de camarero y repartidor todos los días de la semana, y que fue despedido en el momento de pedir vacaciones tras un año trabajado. Mis jefes no aceptan de muy buen grado la regulación laboral y cuando te quejas un poco te dicen 'los españoles no queréis trabajar'", asegura. 

Desde UGT señalan que no hay muchas quejas, debido a que "no hay afiliados ni representación sindical en estos comercios", y señalan que les consta que la mayoría de los empleados contratados lo hacen como autónomos, "sin que sea posible calcular exactamente lo que cobran".La Inspección de Trabajo mantiene que se realizan "registros regulares tanto por denuncia como de oficio"

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