La iniciativa Experiencia Activa, impulsada por la Fundación San Rosendo y La Región, ha adquirido un compromiso con el medio ambiente y ha dedicado las actividades de sus centros a la concienciación de la importancia del cuidado del entorno natural.
Con motivo del Día mundial del medio ambiente, celebrado el 5 de junio, los mayores de los centros residenciales de la Fundación participaron en varias iniciativas para mostrar su compromiso con esta causa. La Fundación San Rosendo pretende inculcar a los mayores, a través de esta iniciativa, una conciencia medioambiental, integrándolos en los problemas sociales de la actualidad. Un caso es el de la residencia de mayores Santa Teresa de A Cañiza, donde los usuarios elaboraron un photocall individual para cada uno de ellos.
El marco tiene la intención de enseñar que cuidar el planeta está en nuestras manos. Y este objetivo no se limita solo a los marcos, si no que también elaboraron un mini poster recordando que debemos preservar nuestro planeta para las generaciones futuras.
Iniciativas de San Rosendo
La Fundación San Rosendo ha desarrollado su compromiso con el medio ambiente a través de diversas iniciativas. Desde el 2008 aplica un plan de energías renovables mediante el que se instalan calderas de biomasa, en lugar de las de energías fósiles, reduciendo el impacto ambiental. En la actualidad, 20 centros están en funcionamiento con calderas de biomasa.
Además, en todas las residencias se aplica un plan de reciclado de papel y plástico a través del servicio municipal de basuras. Gracias a esta acción, en 2019 la Fundación ha conseguido reciclar 6.000 kilos de papel y 14.500 de plástico.
La Fundación también ha ido cambiando la iluminación en sus centros, substituyendo las bombillas tradicionales por lámparas led de menor consumo.
El objetivo es implicar a los mayores en la lucha ambiental
Ante el avance imparable del cambio climático, esta iniciativa de la Fundación San Rosendo y La Región busca en este apartado concienciar a esta parte tan importante de nuestra sociedad a la que se excluye de forma sistemática de los planes de educación ambiental, apartándolos así de un problema que nos afecta a todos y del que nadie debería quedarse fuera.
Mediante iniciativas de este tipo, según explican desde la Funcdación, los mayores pueden sentirse más conectados con la sociedad y partícipes de uno de los cambios sociales más relevantes de este tiempo. Ellos más que otras generaciones saben de la importancia del medio ambiente, y, ante la creciente necesidad de protección y preservación, no nos podemos permitir excluír a esta parte de nuestra sociedad.
