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Experiencia e inquietud, en el mismo equipo: “Yes I Camp!"

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photo_camera El grupo de participantes del campamento intergeneracional posa ayer en el exterior de La Molinera.

Un experimento intergeneracional de La Molinera une a 12 niños y 25 adultos para resolver retos: uno social y otro de movilidad. La pequeña tiene 12 años y el mayor, 78. 

Puede que la solución a la movilidad de Ourense esté en La Molinera y sus "moliners", como se llaman cariñosamente los que alguna vez han pasado por este centro de conocimiento para elaborar un robot, lanzarse a la aventura de emprender o simplemente descubrir un ordenador. Ayer compartían espacio e ideas, por primera vez, los 37 participantes de "Yes I Camp", el campamento intergeneracional en el que 12 niños y 25 adultos se enfrentarán juntos a dos retos: uno social, y el otro, de movilidad. Toca inspeccionar la ciudad y encender la bombilla. Lo más importante: en grupo.

César Pichel, director de La Molinera, animaba ayer por la tarde el cotarro presentando a los participantes, agrupados en un círculo dispuestos a "venderse" para escoger a su grupo de trabajo. La pequeña de 12 y el participante mayor, de 78 años.

"Creo que los viejos podemos aportar algo antes de irnos al chaleco de pino y transmitirlo a los pequeños. Ellos lo pueden aportar todo, tienen la capacidad de aprender", comenta ilusionado Tomás Cid, uno de los veteranos de "Yes I Camp". "Me parece muy interesante juntar la experiencia de las personas mayores con la inquietud de los jóvenes", dice Carlos Santodomingo, el físico del grupo.

Con la misma ilusión, dos de las pequeñas del experimento, las amigas Clara y Noelia: "Nos recomendó que viniésemos nuestra profe de tecnología", dicen casi al unísono las dos jóvenes de 12 y 13 años, apasionadas de los cacharros tecnólogicos. 

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