La experiencia se reivindica para dar valor a las empresas ourensanas

La experiencia adquirida con los años de trabajo no siempre es un valor en las empresas. En los últimos años se consideró "excedentes" a los empleados senior. Por encima de los 55 o 60 años muchos sectores dejaron marchar el talento como quien suelta lastre. Sin embargo, la tendencia tiene a muchos en contra. Lidia Enrich, técnica de emprendimiento y con gran experiencia en la gestión de recursos humanos, advierte que "el valor añadido de un profesional senior es su experiencia y su templanza, puede ser un referente y un mentor para las personas jóvenes que se incorporan a la organización". Sin embargo, la realidad viaja en otra dirección. En los tres primeros meses de este año se hicieron en Ourense 14.297 contratos, pero solo el 7,6% (1.097) fueron a trabajadores mayores de 55 años. Enrich recuerda que en estos tiempos "en que se pone en valor la eficacia de los equipos multidisciplinares y multiculturales, parece una ironía plantearse prescindir de la aportación de los profesionales senior, porque también debe haber equipos con miembros de diferentes edades, en los que cada uno aporte su visión, sus conocimientos y su propio valor añadido". Estanislao Reverter, de la junta de gobierno del Colegio de Eonomistas, alude a que en sus charlas sobre interim management "siempre digo que un veterano es como un “sherpa”: puede que no sea el mejor escalador del mundo, para eso están los del talento, pero en cualquier actividad nos da la seguridad del que conoce el camino". Dice que en las empresas hay que acudir "al que pasó por allí mil veces y conoce cada obstáculo y cada atajo". En definitiva: "Poder aunar en una actividad empresarial talento y experiencia es el mejor pasaporte para el éxito". La pandemia justifica cambios en las políticas del empleo y reorganización de las actividades económicas, pero ya antes no se contaba con la gente con experiencia. En los tres primeros meses del 2020, víspera de la declaración del estado de alarma, uno de cada siete de los 17.255 contratados en Ourense tenía más de 55 años; es decir, incluso menos que en la actualidad. La Confederación Empresarial de Ourense reconoce que se escucha mucho últimamente, "por desgracia", la palabra edadismo que hace alusión a la discriminación y prejuicios asociados a la edad". Opina la entidad que "en una sociedad como la nuestra, con un envejecimiento de la población tan alto, tenemos que buscar las fórmulas, herramientas y medios para procurar, precisamente, lo opuesto: darle la vuelta a esta tendencia y hacer desaparecer esa idea de que la edad debe conducir a una segregación de las personas". Diferencias en países Propone darle la vuelta a la situación ya que "con la edad se acumulan experiencias, recursos, aprendizaje, conocimiento, valores que tenemos que conseguir que destaquen en cualquier empresa, entidad, organización, o ámbito de la sociedad y de la vida". Compara la CEO los países mediterráneos con los nórdicos "en los que tienen una sensibilización especial hacia la aportación de valor de los profesionales senior en las empresas y fomentan su participación y papel a modo de mentores y transmisores de conocimiento a las generaciones venideras". Pero, más allá de la teoría, el presidente de los empresarios autónomos, David Martínez, indica que "tanto marcan su espacio los jóvenes como un nuevo sector emergente: el de los profesionales con experiencia". Analiza que "el aporte de la experiencia va ganando su espacio en el know how, y los senior se preparan para una reinvención de un ejercicio que se alarga en el tiempo". Martínez se abona también a la opinión general de que la experiencia no debe dejarse ir. Indica que ahora, "con la irremediable salida de autónomos por la crisis, hay una cantera de talento senior que no merece un retiro anticipado, aún hay mucho que aportar".