FUEGOS FORESTALES

Los expertos atribuyen el 70% de los incendios a las quemas de rastrojos

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photo_camera Alumnos de la ESO del colegio Divina Pastora con el capitán Sotoca, Raquel Crespo y José Selas.

Un macroestudio de perfiles incorpora 200 casos ocurridos en Ourense 

Las imprudencias graves por prácticas tradicionales inadecuadas, entre las que destaca las quemas de restos agrícolas, es la principal causa de los incendios forestales en los que se ha intervenido policialmente en los últimos 10 años. Según recordó ayer el capitán de la Guardia Civil Andrés Sotoca, experto en análisis del comportamiento delictivo de la Unidad Técnica de la Policía Judicial, entre el 68 y el 70% de los incendios obedece a esa casuística, un dato que extrapoló también a Ourense.

Un 20% se los atribuyó a personas con problemas mentales mientras que el otro 10% se reparte entre aquellos que tratan de obtener un beneficio económico con el fuego y venganzas (daños a terceros). En el caso de la provincia, la rentabilidad cinegética (caza) está por encima de los aprovechamientos madereros o las recalificaciones del suelo, aseguró este experto.

Sotoca sustentó sus afirmaciones en un estudio pormenorizado de la Fiscalía de Sala de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado, en el que tomaron parte las fuerzas de seguridad, en el que se analizaron 2.000 atestados de incendios esclarecidos, 200 circunscritos a la provincia. Esta base de datos comenzó en 2006, coincidiendo con la oleada incendiaria en Galicia, con días de hasta 43 fuegos simultáneos y voces que llegaron a hablar de crimen organizado. En ese momento, la Fiscalía gallega auspició la elaboración de una herramienta para analizar los perfiles de las personas que queman los montes con vista a tomarla de punto de referencia en investigaciones posteriores.

El estudio se amplió a nivel nacional en 2007, incluyendo datos de todo tipo (temporales, número de focos, condiciones meteorológicas, uso de la superficie quemada así como variables alusivas a las personas identificadas).

Estadística

"Una vez recopilada toda esa información se aplicaron técnicas estadísticas para hacer grupos, que se redujeron a cuatro grandes perfiles: imprudentes graves atribuidos a prácticas tradicionales inadecuadas por las quemas de rastrojos en la agricultura o regeneraciones de pasto en la ganadería de manera irregular; personas con problemas mentales, entre las que la piromanía es algo muy excepcional (8%); motivaciones para la obtención de beneficios económicos y, en último lugar, las venganzas", explicó el capitán. Ante un nuevo fuego, los investigadores emplean esta herramienta para ir cercando al autor.

Para este experto, que intervino ayer en distintos actos organizados por la Asociación para a Prevención e a Educación Social (Apes) y la Asociación de Desenvolvemento Sostible (Sustinea), la reducción de los incendios pasa inexorablemente "por cambiar la mentalidad para evitar prácticas en las que se emplea el fuego de forma inadecuada". Y recalcó que la lucha contra el fuego pasa por invertir los números ya que hoy en día el 60% son intencionados, es decir, podrían evitarse. El 40% restante responde a causas naturales e imprudencias leves.

Sobre la mesa dejó datos estadísticos para la reflexión: en España se registran alrededor de 15.000 incendios todos los años que calcinan una superficie equiparable a 200.000 estadios de fútbol. El 40% de todos ellos, en montes gallegos. Y Ourense, particularmente, no se salva de la quema.

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