Los expertos: “Solo el clima evitará los grandes incendios”

photo_camera Los brigadistas de Laza vuelven de prestar su ayuda en el incendio de Zamora. A su regreso, muestran imágenes de Otero de Bodas, en la provincia de Zamora, donde se puede apreciar una pequeña parte de los daños causados por el incendio, que afectó, de momento, a 30.800 hectáreas, lo que equivale a más de tres veces la superficie de Ourense.
Tildan de escasa la prevención y piden más recursos para evitar fuegos como el de Zamora

El incendio originado en la vecina Sierra de la Culebra (Zamora) en pleno inicio de la campaña veraniega pone en alerta a expertos y equipos de extinción ourensanos. ¿Puede suceder aquí lo mismo? “Pode pasar perfectamente, a verdade. Hai anos sería impensable”, asegura Cristóbal Medeiros, integrante de la Brif de Laza. 

La sequía, las altas temperaturas y el abandono del rural son las principales causas del peligro. “Antes había moitos máis lumes, pero as fincas estaban traballadas, había máis xente no rural, fincas limpas para inicias un contralume…”, señala. Sin fronteras naturales, el fuego avanza sin freno ni control, tal y como sucedió en Zamora. “Se hai moita calor e moito vento, o lume rapidamente está fóra da capacidade de extinción, as lapas corren sen que se poida facer nada”, añade.

El presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Ourense, Manuel Rojo, comparte la opinión de Medeiros y pide más implicación a las administraciones en la ordenación del territorio. “Os montes deberían ter os seus plans de ordenación, executar desbroces… Falta traballo por parte das autoridades, e cando non dan exemplo malamente o vai facer a poboación”, explica. La existencia de especies invasoras facilita la propagación de fuegos, por lo que Rojo considera necesario poner solución “canto antes”. 

Xosé Santos, agente forestal, también cree que la prevención es insuficiente: “Os lumes apáganse ao longo do ano ao longo de todos os anos. Non podemos facer o mesmo de sempre e esperar resultados distintos”. 

Montserrat Díaz Raviña, científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) especialista en afectación de incendios en el suelo, explica la importancia de los “corredores de vexetación” para frenar el avance de las llamas: “Deberíase alternar zona de pradera con pastoreo, vexetación autócton, evitar o monocultivo… todo o que se invirte en extinción debería formar parte da prevención”. Díaz pide valor a la administración: “É difícil xestionar o monte galego, pero é necesario”. 

 Los expertos consideran que a falta de ordenación del territorio y de labores de prevención, el clima será el que dictamine si Ourense vivirá la pesadilla que asoló Zamora el pasado fin de semana. “A sequedade que hai este ano, o estrés da vexetación, as temperaturas tan elevadas… Con estes condicionantes a previsión para a campaña deste verán non é boa”, asegura Santos. Medeiros espera que esta sea una temporada “tranquila”, pero sabe que la previsión no es buena. “É certo que non se poden comparar os dispositivos de Castela e León cos de Galicia, aquí estamos máis preparados e temos máis ferramentas, o seu persoal non ten a nosa experiencia, pero se o lume fora noutra dirección o incendio entraría na nosa provincia sen que se puidese evitar”, señala. 

"Exento no está nadie"

Manuel Rodríguez, director xeral de Defensa do Monte de Medio Rural, reconoce que no es posible saber si en Ourense podría suceder lo mismo que en Zamora. “No hay un territorio que no sea susceptible de tener un gran incendio forestal, aunque la Xunta trabaja para que no suceda. Aquí no hay una sierra de esas características, aunque nadie está exento de que suceda”.

Treinta medios aéreos, 380 motobombas y 7.000 efectivos

Pese a las 250 hectáreas arrasadas en tres incendios en la provincia de Ourense durante la ola de calor de la pasada semana, el conselleiro de Medio Rural, José González, aseguró ayer que Galicia afronta la época de máximo riesgo de incendios forestales “con los deberes hechos”, ya que el dispositivo de la comunidad autónoma cuenta con 7.000 efectivos, treinta medios aéreos y 380 motobombas. Además, se han realizado casi 5.000 tareas de prevención, entre trabajos de desbroce, mantenimiento de cortafuegos y de revisión de puntos de captación de agua.

“Todo está preparado para intentar que los efectos de los incendios forestales en Galicia sean los menores posibles”, señaló González, tras la constitución del comité integrado de prevención de incendios forestales en el que participan la Xunta y el Gobierno a través de tres ministerios: Transición Ecológica, Defensa e Interior. A esta primera reunión asistieron el delegado de Gobierno, José Miñones; y el vicepresidente segundo de la Xunta, Diego Calvo.

“Para quienes nos dedicamos a la lucha contra los incendios forestales todos los veranos en Galicia, siempre nos tienen ocupados y preocupados. Este año, puede haber sequía, y la preocupación puede ser mayor”, reconoció el conselleiro.

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