APUESTAS

Los expertos ven “cobarde" la Lei do Xogo frente a los problemas que causa

Apuestas
photo_camera Dos jóvenes apuestan en una máquina de un bar de la ciudad.

El anteproyecto marca una distancia de 150 metros entre locales de apuestas y colegios, pero no afecta a los que están en marcha

El cerco a las apuestas da un paso en Galicia con el anteproyecto de la nueva Lei do Xogo, que pretende blindar el acceso de los menores a los salones de juego y establecer un radio de 150 metros de distancia de nuevos espacios de juego respecto a centros escolares, además de conceder a los concellos la capacidad de hacer más restricciones. El borrador presentado el lunes por la Xunta suscita dudas en expertos en las conductas adictivas y padres, que no ven claro cómo se pretende atajar el problema de las apuestas en los establecimientos de hostelería y que lo ven un proyecto "light".

Desde la Xunta apuntan a que es una ley "bastante restrictiva", si bien abren las puertas a que se pueda mejorar, ya que está en exposición pública y se estudiarán las alegaciones. Desde Vicepresidencia señalan que en la consulta previa "ninguén considerou necesario establecer ningún tipo de distancias entre establecementos de hostalaría con máquinas de xogo e os centros de ensino".

“Incompleta"

"La ley es necesaria y urgente, pero está incompleta, hay temas importantes que no aborda, como la prevención. Es una ley incompleta, ambigua y cobarde", señala Antonio Rial Boubeta, que formó parte de la comisión de expertos. Cuestiona que, no haya retroactividad "con alguna moratoria". Ante esta cuestión, la Xunta explica que "os concellos concederon no seu día as licencias a todos estes establecementos aplicando a normativa vixente no momento en que se tramitou o expediente e loxicamente agora non se poden revogar os permisos".

Rial indica que "no se dice nada de la distancia de los colegios con los bares, hay 3.600, y es el lugar donde más apuestan los menores". En todo caso, indica que "no se puede demonizar a los hosteleros, hay que poner mecanismos para que puedan controlar". Asimismo, insta a los agentes sociales a "tomar una postura crítica y realizar alegaciones".

Agaja (Asociación Gallega de Jugadores Anónimos) , centro de referencia para pacientes ourensanos, ya tiene claro que va a pedir cambios , según su director terapéutico, Juan Lamas. Echa en falta "medidas concretas" de prevención y que las distancias con los colegios –"positivas"- se extiendan a parques o zonas deportivas.

Otro de los centros de referencia para gente con problemas en el juego es la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de Ourense. Su responsable, Gerardo Flórez, todavía no había analizado ayer el texto, pero incide en la idea de que "se debe intentar atajar la situación de descontrol actual". Considera que "sin duda" hay que poner medidas que intenten frenar los derroteros actuales.

El especialista Manuel Isorna, profesor en el Campus de Ourense y expertos en conductas adictivas, insiste en que "cada local de apostas que abra mostra o desnutridos de intelixencia e sentido común que estamos" y cree que es un "fracaso máis dunha sociedade que inviste tantos cartos e recursos en educación". Sostiene que la clase política "non pode estar por un lado para lexislar para protexer a saúde das persoas e a educación, e por outro permitir ou lexislar que uns poucos se enriquezan creando falsas expectativas aos xóvenes".

Entre los aspectos que echan en falta los expertos también está el Observatorio del Juego, que sí se implantó en el País Vasco, y que ven necesario para una buena prevención. "Es necesario saber qué niños juegan para poder abordar el problema", dice Rial Boubeta.

En cuanto al cumplimiento –las sanciones empiezan en 18.000 euros– creen que "debe quedar claro de quién es la competencia, y establecer medios humanos y logísticos".

Especialmente complicado se hace en el caso de los bares. Juan Lamas sostiene que "estamos ante una oportunidad de hacer algo decente" y que lo que recoge el texto –que pone como tope las 3.600 máquinas en los bares de toda Galicia pero que no restringe la distancia con centros educativos de estos– es insuficiente. "¿Para qué van a caminar los menores 400 metros para hacer apuestas si tienen un bar con una máquina a solo 20 metros?", se pregunta.


El papel de los concellos


Los que van a tener mucho que decir son los concellos, a quienes el nuevo anteproyecto capacita para restringir más mediante la declaración de una zona de saturación de juego, aunque será algo que debe estar motivado por razón de salud pública. "O que non poden facer é prohibir o xogo nin a apertura de establecementos nin a instalación de máquinas sen a debida xustificación que acredite a excesiva concentración deste tipo de locais nunha zona ", apuntan desde Vicepresidencia. ​

Los padres también se muestran preocupados y piden el control del acceso de los menores a las apuestas de los bares. "No son solo las casas de apuestas, entras en un bar a tomar un refresco y está la máquina ahí. Los de 18 le pueden hacer apuestas a los de 16. Ese control debería ser más exhaustivo", dice José Antonio Álvarez, presidente de la federación de anpas públicas de Ourense (FAPA). Ve con buenos ojos distancia de 300 metros radial a los colegios, "algo que ya habíamos pedido reiteradamente. Por lo menos empezamos con algo".


La nueva norma imposibilitaría crear un casino en la  provincia


En Ourense hay 11 salones de juego y 6 tiendas de apuestas, además de un salón de bingo. La ley  limita en Galicia a 118 el número de salones de juego –los que hay ahora–, por lo  que ya se ha llegado al tope. También se limita a 41 el número de tiendas de apuestas, así que en principio no se abrirán más de las seis que hay en marcha en Ourense.  Asimismo, se establece que no podrán convivir en 300 metros dos establecimientos de juego (sean casinos, de apuestas...) Una situación que se da en la rúa Progreso de la ciudad, con un salón y unta tienda de apuestas en 50 metros. Pero, al no haber retroactividad, no se verán afectadas. La aplicación de  la Lei do Xogo es que en Ourense  no podría instalarse un casino.  Así, se indica que para colocar uno  en  la provincia "deberá contar nun radio de 25 km, desde a súa localización, medidos en liña recta, un asentamento de poboación superior aos 300.000 habitantes", requisito que no se cumple.

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