La factura eléctrica asfixia a los municipios más pequeños de Ourense

La Casa Consistorial del municipio de Boborás.
photo_camera La Casa Consistorial del municipio de Boborás.
Concellos como Boborás o Castrelo de Miño triplicaron los gastos en 2022 con respecto a 2021 debido al aumento de la factura eléctrica

Las facturas de la energía eléctrica están desbaratando la economía de los pequeños concellos, echando por tierra las previsiones de gasto que en muchos casos se triplican. Los alcaldes afirman sentirse “asfixiados” y aunque la mayoría han realizado importantes inversiones en proyectos de ahorro energético subvencionados por el Estado, las cuentas del 2022 no cuadran.

La alcaldesa de Boborás, Patricia Torres, afirma que la factura en este municipio aumentó en 280.000 euros, con lo cual ha tenido que pagar 430.000 euros por el alumbrado público, estaciones de bombeo y edificios públicos, cuando la previsión de gasto era de un máximo de 120.000 euros dentro de un presupuesto municipal anual de 1,6 millones.

“É un roubo inxusto de cartos públicos, pagamos máis de luz que de persoal e iso é unha barbaridade. Cambiamos de compañía no último trimestre e notamos a diferencia, pero considero que debería estar regulado polo goberno porque estamos prestando unhos servizos públicos obrigatorios e o desfase foi brutal”.

La situación obligó a este Concello a desviar fondos de otras áreas y que, según la alcaldesa, se podrían haber destinado a infraestructuras, educación, cultura, entre otros. Añade que están en fase de ejecución y aprobación varios proyectos de ahorro energético, pero que “ao final non se aforra o que se pensaba porque antes gastábamos tres veces menos. Todos os concellos unidos deberíamos esixir ao goberno unha regulación”.

Otro de los afectados es Castrelo de Miño, que al igual que Boborás, es un municipio con embalse hidroeléctrico, lo que no supone ninguna ventaja porque pasó de 80.000 euros de facturación a 140.000, en un presupuesto municipal de 1,4 millones. El alcalde, Avelino Pazos, declara que ha tenido que realizar una modificación de crédito para pagar con el remanente que se iba destinar a acondicionar carreteras. “Inundaron as mellores terras de cultivo e agora estamos nesta situación”, apunta.

Medidas de ahorro insuficientes

En Monterrei, también tenían presupuestados 150 mil euros y finalizaron el 2022 pasando de los 300.000. “Para paliar esta situación estamos estudiando se se poden apagar algunhas luces nalgunha franxa horaria da madrugada e melloras no bombeo”, explica el alcalde, José Luis Suárez.

En el Concello de Riós, su alcaldesa Eva Barrio, afirma que están “asfixiados”: “Dunha factura de 3.600 euros dun mes pasamos a outra de casi 14.000 euros, entre a subida da luz e o imposto do real decreto das eólicas, que xa é de 4.000 euros nesa factura... é unha barbaridade”.

También en Oímbra están sufriendo la subida de la luz: “Nós xa temos todas as aldeas con luminarias Led, e aínda así non para de subir a factura”, explica su alcaldesa, Ana Villarino, quien recuerda que la partida destinada a los gastos de la luz en el presupuesto de 2022 se agotó en agosto. En Xinzo de Limia, el gobierno renegoció la factura eléctrica, una medida que se complementará con el ahorro derivado del paso a luminarias Led, que se está ejecutando actualmente.

“Aínda así, se antes desta situación estábamos aforrando mensualmente 15.000 euros, agora aforramos 7.000 con respecto ao 2019”, explica el concejal de Economía, Manuel Pérez.“Unha parte importante do orzamento ten que ser destinado a isto e cada vez é un problema maior”, señala también Rafael Pérez, edil de A Mezquita. En Ramirás, fue necesario hacer frente a una modificación para pagar más de 150.000 euros que supuso el gasto energético en 2022, cuando en 2021 fue de 51.000 euros.

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