Celanova se quedó sin abuela. Rosa Martínez Casais, la 'bisi' como cariñosamente le llamaban sus nietos y bisnietos, fallecía ayer a los 110 años de edad. Rodeada de sus seres queridos, una familia humilde, cariñosa y muy unida que, en los ultimos tiempos, se había acostumbrado a que los medios de comunicación se colaran en la intimidad de su casa familiar para dar cuenta al mundo de su impresionante longevidad.
Rosa Martínez nacía el 3 de mayo de 1900 en Olás (A Merca) y, tras un amplio periplo de residencias por diversos núcleos de la geografía gallega y una larga estancia en Madrid, desde hace 10 años residía con su hija Amelia en la casa familiar de Celanova. Maestra de profesión, fue precisamente de camino a la escuela de Xacebáns (Quintela de Leirado) cuando conoció a su marido, Eduardo Feijóo. Por él dejó su trabajo y nunca le pesó. Como recompensa, tuvo seis hijos de los que le viven tres, siete nietos y siete biznietos que, tal y como reconocía siempre que tenía ocasión, eran debilidad.
Excelente conversadora, Rosa deja un hueco en el corazón de todos los que la conocieron. Una mujer adelantada a su tiempo, que, pese a los malos momentos que le tocó vivir, siempre tenía un gesto amable para los demás.
Excelente conversadora, Rosa deja un hueco en el corazón de todos los que la conocieron. Una mujer adelantada a su tiempo, que, pese a los malos momentos que le tocó vivir, siempre tenía un gesto amable para los demás.