La víctima paseaba por un arcén de tierra de tres metros de ancho junto a la carretera de Reza
Un ourensano de 79 años murió ayer en la carretera de Reza tras ser atropellado por un nonagenario que previamente había impactado contra otro vehículo.
Los hechos ocurrieron a las 11,30 horas en la carretera OU-402. Dos vehículos chocaron y uno de ellos salió de la vía por el camino de tierra en el margen derecho de la carretera, donde estaban dos amigos paseando. Uno de ellos resultó gravemente herido y finalmente falleció. Su acompañante resultó ileso. Este es vecino de Reza y cada mañana sale a pasear con su mujer por esta vía. Ayer, sin embargo, iba con el fallecido, que es vecino de la ciudad.
Al lugar acudió una ambulancia que atendió a la víctima y lo trasladó al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), donde horas más tarde falleció.
No es un caso aislado. Los propios vecinos señalan que en pocos meses ya han visto producirse otros dos accidentes. “La mayoría ocurren por los excesos de velocidad constantes”, señala Sara Cruz, presidenta de la Asociación de Vecinos de Reza.
La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade tenía proyectada una senda para ciclistas y peatones que abarcase un tramo de casi 2,7 kilómetros, para reforzar la seguridad de la zona. Sin embargo, los vecinos la rechazaron en mayo de 2021 en asamblea y en junio de este año se daba carpetazo definitivo a la iniciativa. El Diario Oficial de Galicia publicó una resolución por la que dejó sin efecto el proyecto de la carretera OU-402.
La argumentación que aportaban los residentes es que los perjuicios eran mayores para sus viviendas y terrenos que la utilidad de la propia senda. Los vecinos se habían opuesto, ya que lo que pedían desde hace más de 12 años era la continuidad de las aceras, existentes en el primer tramo de la carretera de Reza. La senda propuesta tendría un “alto impacto” en las casas, al restarle parte de su terreno.
“Habíamos pedido la continuidad de las aceras aunque esa zona ya no la consideramos parte del casco urbano de Reza”, explica Cruz.
Desde la asociación lamentan el accidente y aseguran que los peatones no deberían correr peligro porque “la parte externa a la carretera es lo suficientemente ancha”, dice. Para ellos, el problema, que provoca que este tipo de accidentes se sucedan “tiene que ver con los excesos de velocidad. Lo óptimo sería que pusiesen radares o badenes”, apunta.
Retomar el proyecto
El procedimiento para dar respuesta a la necesidad de movilidad de los vecinos “de forma consensuada” está ahora en stand by. Para ello, la Consellería asegura que mantienen una “liña continua de diálogo” con los vecinos para obtener una solución acordada para construir este itinerario peatonal y ciclista sin trabas para los residentes. La nueva propuesta ya se está diseñando para “diminuír as afeccións aos peches das vivendas”, con aceras donde hoy no las hay, nuevas zonas de aparcamiento y paradas de autobús con sus refugios correspondientes, a uno y otro lado de este vial.
Sara Cruz afirma que se mantienen a la espera de novedades, “pero de momento no sabemos nada. Vamos a intentar que se solucione pero estamos esperando propuestas”, explica.
El de Reza es el segundo accidente mortal que ocurre en el término municipal de Ourense. El 20 de marzo, una joven de 23 años de la ciudad pero con arraigo y familia en Seixalbo, falleció de madrugada tras volcar el vehículo en el que circulaba en la N-525 cerca del desvío de A Valenzá. El suceso se produjo a las 03.40 horas, cuando el coche se salió de la vía, se golpeó contra el talud de uno de los márgenes y, tras chocar contra una farola, acabó volcando.
Las causas barajadas fueron la conducción desatenta, la velocidad inadecuada y el alcohol. En este último semestre del año, las muertes asociadas a accidentes de tráfico se han disparado: nueve personas perdieron la vida, cinco de ellas desde octubre. Este domingo fallecía el conductor de un quad en O Bolo. Sufrió un accidente por la mañana y pereció a las pocas horas cuando ya estaba descasando en casa.
