La falta de camareros amenaza la campaña estival en las villas ourensanas

terraza verin
photo_camera Una terraza de Verín, llena en un día de feria. (Foto: C. C.).
Los empresarios lamentan la escasez de nuevos profesionales en el sector: “Nunca vivimos algo así”

Son numerosos los carteles que cuelgan a la entrada de locales hosteleros repartidos por toda la provincia. Carteles de “se busca camarero”. También a través de las redes sociales y mediante el cara a cara. A escasas semanas de que comience la temporada de verano, los empresarios hosteleros de las villas y algunos municipios ourensanos están desesperados por encontrar profesionales para reforzar sus plantillas. Parece que no logran dar con ellos. 

Y es que la falta de nuevos camareros es algo que está afectando al sector desde hace tiempo. “Xa o pasado ano notamos ese problema, pero e que este ano está sendo peor, a xente non quere traballar nisto”, señala Alberto Rúa, del café Espolón en Xinzo de Limia. Con él coincide Andrea Álvarez, de la cafetería Ktedral de Verín: “Llevamos buscando camareros hace meses, la gente no quiere trabajar por el hecho de que ahora se necesita gente con experiencia, y estos ya están cansados”, dice, mientras cree que la gente nueva “prefiere vivir cómodamente”. 

Falta de responsabilidad

Son muchos los hosteleros que coinciden en la falta de relevo generacional y en la escasez de personas interesadas en estos puestos de trabajo. Algunos lo achacan a la búsqueda de empleo en otros sectores, mientras que otros consideran que “con tantas subvenciones que hay ahora, muchos prefieren vivir de ellas a trabajar”, dicen. “Costa bastante atopar persoal e o pouco que atopas, o mellor de cada casa; fai pouco, en Celanova, alertáronos de que hai un grupo de rapaces que se adica a ir pedindo traballo polos bares para despois facerlle a vida imposible ao hostaleiro e lograr que o boten a rúa para beneficiarse de algunha axuda ou paro”, lamenta Iván Gómez, propietario del local Adega do Iván.

Es una problemática que se extiende por toda la provincia, desde las villas a otros núcleos de población. En O Carballiño hay varios locales con los carteles de oferta de trabajo, mientras que en O Barco afirman que “encontrar camareros o cocineros es muy complicado, no hay profesionales, y que estén preparados, aún menos”, comenta una empresaria barquense. 

También en Trives luchan contra esta problemática, donde se constata esta escasez todo el año. Jaime Quintela, de la cafetería Quintela en Trives, afirma que persiste este problema: “Precisamos persoal para xa”, destaca. Y lo mismo ocurre en la zona de Frieiras, conocida por ser salida de la autovía A-52, con numerosos restaurantes en los que también buscan trabajadores. Una situación que preocupa al sector y que tratan de revertir.

Nueva era con "buenas condiciones"

La gran mayoría de los “nuevos hosteleros”, esos que como explica Iván Gómez son los que llevan menos de 10 años en el sector, ya cumplen el convenio de hostelería y ofrecen buenas condiciones a los empleados. “Hoxe non é como antes, e penso que por culpa dalgúns que seguen facendo mal as cousas, pagamos todos, pero hai que acabar con esa idea de que a hostalaría está mal pagada. Agora temos convenios, respétanse os horarios, páganse ou compénsanse as horas extras, hai días libres…”, explica Gómez, quien entiende que mucha gente “estea queimada deste tipo de tratos e busque outras alternativas laborais”.

Con él coincide Alberto Rúa, quien afirma que las condiciones “cambiaron moito, pero moita xente segue coa idea de que a hostalaría é dura, e obviamente toca traballar cando a maioría da xente está desfrutando, pero as condicións agora son boas”, reivindicando que hay que luchar para acabar con esa estima del trabajo en la hostelería. 

Andrea Álvarez, con 24 años, entiende que la gente joven prefiera buscar otros trabajos “más cómodos”, pero “necesitamos un relevo generacional, y hoy las condiciones de trabajo en este sector son mucho mejores de lo que eran antes”.  

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