La sucesión de jubilaciones sin reponer y las bajas provocan largas esperas y complican la gestión municipal del día a día del Concello
El personal en las administraciones públicas ha menguado y el Concello de Ourense es uno de los perjudicados. La sucesión de jubilaciones sin reposición y la acumulación de bajas en algunos departamentos –como el Rexistro– está generando caos incluso con situaciones de tensión que acabaron la pasada semana con la agresión a un trabajador.
Las principales centrales sindicales piden que se tomen medidas, mientras que desde el Concello reconocen la existencia una plantilla "muy mermada", señalando que es una posición heredada de gobiernos anteriores y agravada por la falta de presupuestos y la famosa Ley Montoro, que pone trabas a la reposición.
La plantilla actual del Concello es de 651 personas, sumando las personas de baja, y se perdieron 250 trabajadores en los últimos años –funcionarios y personal laboral–, según los cálculos de la central mayoritaria, CSIF. En 2010, los funcionarios e interinos eran 740; en 2014, 681 ; y en 2018, 626. A esto, hay que sumar el personal laboral perdido, que dejan en este momento más de 190 plazas vacantes en el Concello. En total, hay 592 funcionarios en plantilla, frente a los más de 700 ocho años atrás.
El 50% se jubila en una década
La situación amenaza con empeorar. El envejecimiento de la plantilla es cada vez mayor, con el 50% de la plantilla con más de 55 años, es decir, con visos de jubilarse durante la próxima década. "Tenemos un problema grave vinculadas a las leyes establecidas en la crisis", especialmente con la Ley Montoro, que hasta el año pasado solo permitía reponer el 10% de jubilaciones, y que ahora permiten el 50% pero sin ser aplicable a las plazas que quedaron vacantes en años anteriores. Así se expresa el jefe de Recursos Humanos, Javier Rodríguez Nóvoa, que señala que "se están buscando alternativas pero no es fácil",
En los últimos cuatro años se acumularon hasta 70 jubilaciones que "non foron repostas", señalan desde de CC.OO. De hecho, los representantes consultados sitúan en torno a "30 persoas" las que se retirarán por edad solo el próximo año, sin contar el "problema añadido" de la nueva legislación que afectará a la Policía Local, y que la dejaría de golpe a partir de enero sin 25 de sus miembros en activo de la plantilla.
La situación está siendo complicada estos días por la acumulación de trabajo tanto en los Servizo Xerais, situados en la planta baja de la Casa Consistorial, como en la Concejalía de Facenda o Urbanismo. En el primero de ellos, dos jubilaciones y tres bajas han dejado en cuadro al persona. También afecta, como señala tanto el personal como el jefe de área, la implantación de administración electrónica, "que retrasa algunos trámites".
En el primer caso, los cinco trabajadores se han quedado reducidos de golpe a uno. "Onde había dez traballadores, agora hai cinco", señala Manuel Pérez, que desde CC.OO. pide "sacar xa unha oferta pública de emprego". Además, recalca que "máis de 100 compañeiros están provisonalmente ocupando xefaturas temporais, e hai que sacar eses postos a concurso, porque mentres non se poden cubrir os que deixaron libres". La falta de presupuestos por la "negativa de los grupos políticos", indican fuentes del gobierno municipal, "genera cierta inseguridad jurídica" precisamente para convocar esa oferta pública, ya que debe "ir pareja a unas cuentas actualizadas, como los que defendimos este año". No obstante, aseguran que se han sacado "bolsas y programas de interinos".
Solo en Atención ao Cidadán, indica Pérez, "estabamos catro e xa somos só dous, con tres veces ao ano con só unha persoa". Sitúan carencias de personal en Urbanismo o en las brigadas.
Ofertas de empleo
"Si no se hace oferta pública de empleo esto es nefasto, ¡hay brigadas de obra con un solo operario", señala José Manuel Rodríguez, de CSIF, que recuerda que "la falta de acuerdo para sacar presupuestos afecta". Además, esperan ansiosos "los presupuestos del Estado, para ver si abren la mano" para contratar.
Otro de los grupos con representación, el SPPME, tacha de "caótica" la situación actual. Creen que la plantilla del Concello está "pero que nunca".
Refuerzo de personal en registro tras esperas de más de una hora
Con 23 minutos de cola pasadas las 9,30 horas de la mañana, la cara de los ciudadanos que ayer esperaban para entregar documentación en el Rexistro era todo un poema. "Lo peor es que al haber tantas esperas, la gente pierde la paciencia y a veces lo pagan con los trabajadores", señala José Manuel Rodríguez. Pero era la situación poco antes de mediodía, cuando se rondaba ya la hora de espera. La situación no era ayer, ni los últimos días, la ideal. Y esto obligó al Concello a poner refuerzos de otras áreas, con dos nuevos trabajadores en esa área. Asimismo, y tras las quejas del SPPME y PSOE por un incidente ocurrido la pasada semana, se colocó a un agente de la Policía Local en el interior del Consistorio para labores de vigilancia. Desde el SPPME insistieron ayer en que "para tener un agente en la Audiencia sí que hay, aunque hay Policía Nacional".
Además, recalcaron que la Relación de Postos de Traballo recoge la plaza de dos agentes para proteger al alcalde, aunque este mismo recordó que "foi o primeiro ao que renunciei ao chegar, porque hai outras prioridades". En cuanto a la falta de personal, el regidor recordó que "xa vén da época de goberno anterior", aunque reconoce que la Ley Montoro "agravou a situación", algo que todos señañan como "principal escollo".
