Fátima, álbum fotográfico

Este año va a ser muy diferente en todos los sentidos, por las circunstancias que estamos pasando y por lo que en cuanto a todas nuestras tradiciones supone. Hace prácticamente 70 años que la ciudad tiene una cita en mayo en la que coinciden personas con diferente pensamiento, sensibilidades y creencias; por experiencia propia sé que el Día de las Madres visitan el santuario ourensanas que no prodigan su presencia en las iglesias, pero ese día por algún motivo les apetece asistir y llevar sus flores a María. La Santiña, la Señora, nuestra Virgen de Fátima, las recibe a todas sin distinción. Pero bueno, no hace falta que os aporte datos, todo Ourense sabe que en mayo la cita esta en O Couto. Lo que sí me apetece, dada la situación excepcional que vivimos y que por primera vez en estos 60 años la cita al menos de manera presencial no va a poder celebrarse (o sí), es presentaros una pequeña colección de lo que es el álbum fotográfico del Santuario, imágenes que en estos doce años me habéis ido facilitando todos vosotros, por lo que os estoy agradecido. No seré yo quien se atreva a decir si se suspende definitivamente o no la procesión y las visitas multitudinarias (estas pienso que sería muy complicado organizarlas con garantías), pero por si acaso, me consta que en el Santuario se trabaja a todo ritmo por si es necesario hacer el homenaje, aunque sea de manera virtual. Seguramente con la colaboración de los ourensanos este álbum sería infinitamente más extenso, desde fotos de la construcción del Santuario, hasta los primeros viajes multitudinarios de la Virgen por la provincia, sin olvidar la estrecha relación que de siempre el barrio del Couto ha tenido con la Señora. Pocas familias son las que no tienen historias que contar, y muchas las que incluso podrían decir "esta piedra del Santuario es familiar". Nadie duda que la planificación de don José y su ejemplo a la hora de trabajar por el templo ha sido uno de los pilares en los que se ha forjado esta tradición. ¡Bueno! también se cuentan algunas anécdotas que podrían entrar en el capítulo de pillerías fruto de la necesidad, como aquella que dice que los camiones que iban cargados de material para la construcción del Seminario , frecuentemente al llegar a la mitad de Ervedelo sufrían averías y había que aligerar la carga. El bueno de don José generosamente se ofrecía a custodiar la pesada carga, cemento, ladrillos piedra lo que fuera... Son muchas más las fotografías que hay, pero sirvan estas de muestra y que os ayuden a revivir los entrañables momentos que cada año se repiten en el mes de mayo ourensano.