Son dos únicos edificios pero ocupan prácticamente toda la margen izquierda de la calle Alejandro Outeiriño, y su estado de abandono es preocupante
El mal estado de dos grandes edificios de bajo y dos plantas en la calle Alejandro Outeririño de la ciudad devuelve a la actualidad el deterioro de sólidos inmuebles de piedra dentro del casco histórico, donde aún Progreso se lleva la peor parte pero en el que esta otra calle arroja una imagen preocupante en los números pares de la edificación existente. Ocupan prácticamente toda la calle (a la izquierda en dirección a Progreso) y conservan su hermosa fachada de piedra pero sus balcones muestran inequívocos signos de deterioro y sus ventanas, cerradas y tapiadas, comienzan a perder los cristales que las enmarcaban. Ya sólo quedan abiertos dos establecimientos comerciales, una armería y una joyería, y una red metálica verde, instalada en la última planta de ambos edificios, evita la caída de cascotes del tejado y de los ornamentos de piedra de las cornisas.
Uno de los edificios, el que alberga la armería, "Lira", tiene sobre su estructura un expediente de ruina, lo que aboca al veterano establecimiento al cierre; el siguiente parece en mejor estado o al menos el deterioro no ha afectado a la seguridad de la joyería, "Fuentefría", aunque quienes la regentan tampoco conocen su situación real, al ser inquilinos únicamente del bajo. Otros establecimientos -una zapatería, una tienda de fotografía, un negocio de confección y algunos más- optaron por cerrar hace tiempo; la crisis y la falta de mantenimiento de los inmuebles, seguramente también por la actual coyuntura económica, ayudaron enormemente a su abandono.
El Concello conoce el mal estado de numerosos inmuebles a conservar como éstos en la zona monumental pero asume que las posibilidades de intervención son escasas. Recientemente, la propia concejala de Urbanismo precisó, tras reconocer el mal estado de hasta 14 edificios en el tramo de Progreso entre la Alameda y Juan XXIII, que en el año 2010 envió un listado de requerimientos a dueños de edificios en esa vía sin conseguir más que unas pocas medidas tendentes a evitar que cayesen elementos sobre la vía pública. Hay expedientes aún en curso, de ahí que los resultados aún no sean satisfactorios, y órdenes de ejecución de la Concejalía pero la lucha con los propietarios es 'ardua y lenta', reconocía Aurea Soto, sobre todo cuando les toca, a los dueños afrontar un gasto económico para garantizar el estado de su propiedad ruinosa.
