La Xunta "velará" por la A-56, la A-76 o el tren a Lugo, mientras el PSOE ve "unha tomadura de pelo"
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, protagonizaron ayer en el Pazo do Hórreo un encendido debate durante la sesión de control al Gobierno por la situación de las provincias de Ourense y Lugo y las infraestructuras pendientes para su dinamización, como la conexión ferroviaria o las autovías A-56 y A-76.
Feijóo se erigió en "depositario" de los compromisos adquiridos por el Ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, esta misma semana en su visita a Lugo y Ourense y aseguró que "velará" por su cumplimiento, "a diferenza de o que facía o PSdeG cando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero".
El presidente del Gobierno gallego reivindicó el avance en infraestructuras del interior durante su etapa al frente de la Xunta, replicando que "velar polo equilibrio territorial é un compromiso irrennunciable, como se amosa coa inversión per cápita superior nas provincias do interior".
Mientras, Xoaquín Fernández Leiceaga acusó al máximo responsable de la Xunta de "alimentar os desequilibrios internos" entre Ourense y Lugo con las provincias atlánticas
"É unha tomadura de pelo identificar a conexión ferroviaria entre Lugo e Ourense coa alta velocidade. Pensar que un tren AVE pode estar listo en 2021 é unha tomadura de pelo ós cidadáns, un insulto á súa intelixencia", advirtió el portavoz parlamentario de los socialistas, que aludió a otros "agravios", como "os tramos pendentes de licitar das autovías Ourense-Lugo e Ourense-Ponferrada" o el horario del servicio de hemodinámica.
Feijóo, en su segundo turno, incidió en el anuncio de Íñigo de la Serna del pasado lunes sobre las mejoras en la infraestructura ferroviaria.
"Acabamos de comprometer o AVE a Lugo. E que acaso unha hora e 30 minutos en 2021 lle parece pouco para a conectividade con Ourense e unha hora e cinco minutos cando se finalicen as variantes tamén?", dijo Feijóo.
Ante esto, Leiceaga le recordó al presidente de la Xunta la promesa de pagar con fondos autonómicos una línea AVE entre Lugo y Ourense. El presidente del Gobierno gallego replicó que "estaba disposto", pero justificó la imposibilidad "pola débeda de 2.000 millóns que nos atopamos", en alusión a la época del bipartito.
