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El feminismo, sin "vuelta atrás"

Alicia Araújo, Noelia Pérez y Patricia Vila, ayer en el Parque de San Lázaro de la ciudad (MIGUEL ÁNGEL).
photo_camera Alicia Araújo, Noelia Pérez y Patricia Vila, ayer en el Parque de San Lázaro de la ciudad (MIGUEL ÁNGEL).

Participantes de la manifestación del 8M del año pasado reflexionan sobre la situación de la mujer en estos últimos 12 meses. Hablan de cambios hacia adelante, pero también de que "falta mucho" para conseguir la igualdad.

Ha pasado un año desde aquel jueves 8 de marzo en el que la Praza Maior se quedó pequeña para acoger la reivindicación feminista ourensana. Centenares de mujeres se reunieron aquel día para reclamar una sociedad igualitaria y para decir "no" al machismo en cualquiera de sus expresiones. Pero, ¿cambió algo desde entonces?

"Todavía queda mucho por hacer en la sociedad, todavía vuelves a casa con miedo por la noche cuando vas sola", señala Noelia Pérez. Una de las consignas que más se corearon aquel día pedía ser "libre" al volver a casa, "no valiente". "Para lograrlo, hay que cambiar la base, qué importa que ropa lleve, no me puedes tocar", apunta la joven. "Seguimos yendo por la calle y seguimos sufriendo comentarios machistas", dice Alicia Araújo, otra ourensana. "No es una lucha que se vaya a lograr en un año, las propuestas de las que se habló y que muchos partidos llevan en sus programas no son tangibles, al menos, todavía", añade. Otra de las reivindicaciones que sonaron en la Praza Maior era el cese de la violencia machista. "Nos queda mucho por hacer en cuanto a ese tema, aún no tenemos una ley sólida que nos proteja", defiende Patricia Vila. Respecto a la brecha salarial o al techo de cristal, "siguen ahí todavía". Pero algo sí que cambió ese 8M de 2018: "Por primera vez, salimos a la calle por la misma causa, para mejorar nuestra calidad de vida, y para descubrir que no estamos solas". "Fue increíble la repercusión que tuvo", opina Vila. Para Noelia Pérez, este año debería ser "de todas": "Que se paralice todo, pero de verdad, que se note en el día a día de la ciudad".


Una de cal y otra de arena


"Creo que muchos hombres se dan cuenta ahora de qué situaciones vivimos, y nosotras ya no sentimos vergüenza de contarlas", opina Araújo. "Todo empieza a partir de la visibilidad, los cambios salen de ahí", explica Lucía Sarceda.

Desde 2018, a nivel gallego comenzaron a surgir diferentes movimientos feministas que también incluyeron a colectivos como mujeres migrantes o personas transexuales. "É algo transversal a toda a sociedade e por iso vai crecendo e agrupando a mulleres de todo tipo", comparte María Barreiro. Pero en la misma sociedad que vivió el multitudinario 8M del año pasado también han surgido palabras como "feminazi". "Esta todo moi polarizado, tamén porque os discursos políticos son cada vez máis así", asegura Barreiro. La ideología de Vox irrumpió en el panorama nacional con ideas anti aborto o anti ley de género. "Non vexo cabida a este partido na sociedade actual e non creo que consigan botar por terra os esforzos de tantas mulleres ao longo de tantos anos de loita", defiende Iria Álvarez. "Nunca vamos a ir marcha atrás aunque lo intenten, alguien que empieza a ver el mundo desde una perspectiva feminista no deja de hacerlo", señala Sarceda. Todas tienen claro que "vamos hacia mejor" porque es "imposible" e "intolerable" volver a la casilla anterior. 

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