“É fermoso que o espírito da raia chegue a todo o mundo”

Gran parte del equipo de “O corpo aberto”, ayer en la explanada del Ponte Vella. JORGE MARTÍNEZ
photo_camera Gran parte del equipo de “O corpo aberto”, ayer en la explanada del Ponte Vella. JORGE MARTÍNEZ
Ovación en la sala para “O corpo aberto”, terror ambientado en la frontera entre Ourense y Portugal

Lleno absoluto. “O corpo aberto” (Ángeles Huerta), una de las dos películas ourensanas que compite en la Sección Oficial del OUFF (junto a “O home e o can”, de Ángel de la Cruz), agotó ayer entradas en su estreno en los cines del centro comercial Ponte Vella. El resto de sesiones va por el mismo camino: ayer por la tarde apenas quedaban una decena de butacas en las sesiones de martes y jueves. El equipo de la cinta estuvo ayer en la proyección de esta historia de la raia seca, un territorio único que en la gran pantalla conquistó a los primeros espectadores, que aclamaron a los artífices del proyecto. Han sido meses y meses de convivencia con los vecinos de Lobeira, Bande y Muíños para conocer qué es ser de la raia y todas las costumbres ancestrales que se respiran en estos territorios. Los escenarios, exteriores e interiores, son naturales: todo se ha adaptado al lugar, sin mucho más artificio, para reivindicar el plató de cine ourensano con una historia de terror rural.

AMBIENTADA EN 1909

“O corpo aberto” es del género de terror y parte del cuento “Lobosandaus”, del libro “Arraianos” de Xosé Lois Méndez Ferrín. La cineasta Ángeles Huerta  (Gijón, 1974) lleva al espectador hasta 1909, cuando un joven profesor, Miguel (interpretado por el gallego Tamar Novas), es destinado a esta pequeña aldea limítrofe con Portugal, Lobosandaus. La frontera se erige en la película como un territorio que va más allá de lo físico.

“Unha aldea inhóspita e de tradicións ancestrais. Malia ser un home de razón, Miguel non é quen de controlar os seus desexos e paixóns, medrando a súa fascinación por unha enigmática muller chamada Dorinda”, dice la sinopsis.

Para Ángeles Huerta es “unha fermosura que a raia vaia chegar aos lugares máis recónditos do mundo  a través desta historia”. Rodar en la raia seca es especial: “Os filmes fronteirizos son un xénero en si mesmo, nós miramos máis para o significado espiritual do término fronteira, como o límite esencial entre a vida e a morte.  ‘O corpo aberto’ é unha historia a cabalo entre Galicia e Portugal, entre o masculino e o feminino, entre a vida e a morte”. 

Gaspar Broullón, productor de la película, explicó que llevan cinco años pensando en la cinta. “En canto pensamos en facer a película tiñamos claro que tiña que ter o espírito desta terra, o espírito da raia”, indicó ayer. 

REGRESO A OURENSE

Tamar Novas, uno de los protagonistas de “O corpo aberto”, definió el largometraje como un proyecto “de todo o equipo, estivemos todos moi implicados coa historia e co lugar”. Para él es especial presentar en el OUFF este proyecto porque se reencuentra con la primera vez que dio el salto a la gran pantalla. “É máxico volver a Ourense, onde comenzou a miña carreira. Comencei en Allariz con 11 anos en ‘A lingua das bolboretas’ e é algo moi emocionante volver ó mesmo lugar”. La cinta, para Tamar Novas, ”respira cine”.

La organización de la vigésimo séptima edición del OUFF enfatiza que es la primera vez en la historia del festival que compiten en la Sección Oficial dos películas grabadas en Galicia. Y ambas están rodadas en la provincia de Ourense, con el patrocinio de la Diputación. 

"Selo ourensán"

El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, acudió ayer a la presentación de la película “O corpo aberto” y mantuvo unha charla con la directora de la cinta, Ángeles Huerta; el productor, Gaspar Broullón; y el actor Tamar Novas. El presidente de la Diputación agradeció el “selo ourensán” impreso en la película, que “responde perfectamente á estratexia de desenvolvemento do audiovisual no noso territorio”. “O corpo aberto” es una de las películas apoyadas por el gobierno provincial en esa estrategia de convertir a Ourense en un plató de cine. Los alcaldes de Muíños, Lobeira y Bande, municipios ourensanos en los que se rodó la cinta, también acudieron a la presentación en el Marcos Valcárcel. 

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