El buen tiempo y el festivo del Día del Trabajador animaron a los ourensanos y a los turistas a acudir a las termas públicas de la ciudad, aunque con limitaciones por el cierre de instalaciones. La afluencia de usuarios reflejó, de nuevo, la urgencia de abrir los vasos termales que permanecen sin acondicionar por parte del Concello de Ourense. Como ocurrió en Semana Santa, el 40% de la oferta termal pública de la ciudad estuvo cerrada durante el puente del 1 de mayo. En Outariz solo hay un vaso operativo, mientras que en la Burga de Canedo permanecen dos pozas clausuradas. Esta situación provocó colas durante buena parte de la mañana para poder bañarse en las pozas, así como un caos de tráfico en el entorno de las riberas del Miño, especialmente en Outariz con gran presencia de autocaravanistas.
La plataforma Amigos das Termas reivindica de nuevo que el Concello de Ourense “abra el 100% de las termas”. Quique Camoeiras, portavoz del colectivo, critica las “colas hasta el infinito” que había en el día de ayer porque “las termas de Outariz están cerradas y en la Burga de Canedo hay otros dos vasos cerrados”. Por otro lado, Amigos das Termas también urge al Concello a que “se preocupe” de las condiciones “sociolaborales” de los trabajadores que vigilan la afluencia a las pozas. “En O Muíño necesitan otro trabajador y que les habiliten un lugar para resguardarse de las condiciones meteorológicas; también en A Chavasqueira”, añade.
