La fiesta de fin de año de la discoteca Macao de la ciudad –que anunció el evento con barra libre y posibilidad de entrada a menores– da un nuevo giro. La gerencia del establecimiento ha decidido que la celebración será "para menores" parte de la noche, es decir, no se venderá alcohol en ninguna de las barras. A partir de una hora, todavía sin determinar, los menores de edad tendrán que abandonar la sala, y desde ese momento, se comenzará a servir alcohol a los mayores. "Si algún mayor quiere estar durante la primera parte de la noche no hay problema, pero no se le servirán bebidas alcohólicas", explica el dueño del local.
Aún así, Macao requerirá a los menores la autorización para poder acceder a la sala –autorización de su padre, madre o representante legal–, y los identificará con un código de colores de pulseras. "De esa forma se podrán identificar al término de la fiesta de menores", apuntan desde la gerencia.
La decisión llega después de que numerosos clientes pidiesen explicaciones tras la polémica, en la que la Xunta aclaró que las autorizaciones parentales no tienen validez legal. El local se encuentra cerrado hasta mañana de forma cautelar por "irregularidades" –según asegura la concejalía de Urbanismo–, que la gerencia niega.
