Las fiestas tendrán este año la Batalla de Flores

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photo_camera Una de las carrozas que desfiló en la Batalla de Flores de 2013, el año antes de ser suprimida.

Ocho carrozas aportadas por el Concello y otras dos de empresas colaboradoras desfilarán el 2 de julio, tras dos años suspendida 

Regresa al cartel de las Fiestas del Corpus el plato fuerte suprimido hace dos años: la Batalla de Flores. Así lo anunció ayer el gobierno municipal, programándola para el próximo 2 de julio. El tradicional desfile infantil partirá a las 19,00 horas del barrio de As Lagoas con un recorrido por las calles Mestre Vide, Otero Pedrayo, Curros Enríquez, Concejo, Juan XXIII y Progreso, para acabar en el corazón del Casco Vello, la Praza Maior.

Según adelantaron desde el Concello, la Batalla de Flores estará compuesta por ocho carrozas concebidas y diseñadas especialmente para la actividad, aportadas por la institución local. Por los nombres de los móviles, la vuelta del desfile promete, cuanto menos, ser especialmente colorido y variado: "Cervatillos, verme de seda, poboado de gnomos, flamingo, bolboretas, xardín troplical e carco da vella floral". Además, están previstas otras dos carrozas patrocinadas por empresas colaboradoras.

Desde la Concellería de Cultura, de la que es responsable la edil Belén Iglesias, todavía no ha cerrado las contrataciones de las comparsas y agrupaciones que animen el desfile. No obstante, adelantaron la tradicional presencia de gigantes y cabezudos para "recuperar uno de los eventos festivos más singulares, entrañables y tradicionales de la ciudad, con décadas de historia a sus espaldas y por el que pasaron diversas generaciones de jóvenes ourensanos", destacaron desde el Consistorio.

Y es que la Batalla de Flores fue suprimida en las Fiesta de Ourense del 2014, con el PSOE en el gobierno, cuando era responsable del área de Cultura Ana Garrido. La cancelación de uno de los emblemas de la celebración del Corpus había suscitado el malestar entre la oposición (PP,BNG y DO), mientras la socialista argumentaba que "el evento había perdido su esencia en los últimos años, cuando ya no había ni flores para lanzar, siendo éste el origen de la fiesta" y ponía en marcha un desfile de gigantes y cabezudos llegados de Portugal.

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