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Fin a los desvíos tras reabrir carriles en la N-120 y la A-52

La autovía recupera la normalidad en Rante, con una calzada de la nacional todavía cerrada

Alegría por partida doble para los conductores ourensanos, tras sacarse este viernes de encima los problemas de circulación generados en el entorno de la ciudad por los cortes, debido a diferentes motivos, en la A-52 y la N-120, que ocasionaban grandes perjuicios, especialmente en lo que se refiere a la nacional, principal vía de comunicación con la comarca de Valdeorras, cuya restricción obligaba a los turismos a utilizar la C-546, una vía no preparada para asumir tantos vehículos, y a los camiones a desviarse por la localidad lucense de Chantada.

Según informó el Ministerio de Fomento, este viernes a media tarde los operarios que trabajan en la zona procedían a la apertura de uno de los dos carriles de la N-120 a la altura del punto kilométrico 563,1, colocando un semáforo para regular el tráfico y desactivando automáticamente los desvíos habilitados tras el corte realizado el 8 de noviembre.

Desde entonces, se trabajó de forma continua en las actuaciones de limpieza, saneo y estabilización del talud para evitar nuevos desprendimientos. Los trabajos de estabilización continuarán hasta poder reabrir los dos sentidos de circulación, informan desde el Gobierno central.

Los principales afectados de esta situación fueron los transportistas, obligados a un rodeo que les generaba un importante sobrecoste económico, con algunos utilizando el desvío recomendando por Chantada y otros utilizando la carretera autonómica desde la A-52 por A Gudiña para conectar con Valdeorras.

Mientras, los conductores de vehículos ligeros que se desplazaban por la C-546 se enfrentaban a una carretera con curvas sinuosas y elevadas pendientes o una señalización deficiente, con una línea discontinua que permitía adelantamientos con el consiguiente riesgo para los usuarios.


Obras necesarias


Horas antes de que se restableciera la circulación en ese punto de la N-120, la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade autorizaba la finalización del desvío que inutilizaba desde finales de agosto la calzada sentido Benavente de la A-52 a la altura de Rante, un corte imprescindible para que la empresa Copasa avanzase en la ejecución del enlace del futuro vial de conexión entre la autovía de las Rías Baixas y el Polígono de San Cibrao.

El corte efectuado en la A-52 condicionó la circulación en momentos de especial intensidad de tráfico como eran las horas punta de las jornadas laborales y, sobre todo, los fines de semana que coincidían con desplazamientos masivos en fechas señaladas, con momentos de importantes retenciones.

Salvo en un corto período durante el verano, los trabajos para hacer realidad el enlace al Polígono de San Cibrao han mantenido cortada alguna de las calzadas de la A-52 para avanzar en la obra del nuevo vial durante medio año. Fuentes de la Xunta destacan que la actuación se ha agilizado lo máximo posible para interferir lo menos posible en el tráfico de la principal arteria de comunicación del sur de Galicia.


Cuatro millones para mejorar los firmes


El Ministerio de Fomento ha procedido a iniciar trabajos de mejora del firme en las carreteras de su titularidad en la provincia. Según informó el Gobierno central, las actuaciones que arrancaron este viernes cuentan con un presupuesto de cuatro millones de euros.

En concreto, las mejoras llegarán en las dos autovías, los12 kilómetros de la A-75 y el recorrido entre Verín y San Cibrao de la A-52.

En lo que respecta a las nacionales, en la N-120 se actuará en las comarcas de O Ribeiro y Valdeorras, en la N-541 en Carballiño, en la N-540 en Vilamarín, en la N-536 en Valdeorras, en la N-532 en Verín y en la N-525 entre Verín y Taboadela. El plan de mejora se enmarca en uno a nivel gobal de Fomento en Galicia.

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