Con seis tiendas, la empresa da trabajo a 50 personas y factura diez millones de euros al año

La firma de capital gallego líder en los electrodomésticos

Hay aspectos de la realidad ourensana que tienen poca discusión: el peso del comercio en la estructura socioeconómica de la capital es determinante. La importancia del sector terciario se cimentó en muchos casos en apellidos o sagas ilustres, aunque no todas ellas superaron con éxito el relevo generacional o los bruscos cambios en las tendencias del consumo.
Bermello es una de las enseñas que ya va por la tercera generación, con medio siglo a cuestas, pero con un semblante juvenil. “Hoy es un nombre de referencia para comprar electrodomésticos”, declara con orgullo Jorge Bermello Arce, representante de una firma que ya tiene seis establecimientos, uno de ellos en Vigo, dedicado este último a muebles de cocina.
La venta de electrodomésticos lleva cayendo una media de un 20% cada año durante los últimos siete. Sin embargo, en un contexto tan adverso, Bermello no solo resiste sino que crece: el 2012 ha sido “un año de crecimiento”, manteniendo los márgenes, según Bermello Arce, que cifra en unos diez millones de euros el volumen de negocio en el último ejercicio. La red de tiendas mantiene una plantilla media de 50 personas, sin tener que echar mano de los dramáticos despidos. Es más, el representante de la empresa hace un guiño a la plantilla y declara que “si algo nos diferencia es la capacidad y la calidad humana que tiene el grupo de trabajadores”. Con esas claves la cadena Bermello es hoy “la empresa con capital gallego que más factura en el sector del electrodoméstico”, en palabras de su representante, que ve en las tiendas que llevan su apellido una firma “muy sólida, muy enraizada en la sociedad”. Las otras compañías con capital foráneo que operan en el mercado gallego del electrodoméstico arrastran importantes carencias que ponen en riesgo su viabilidad. Por lo menos así los ve Bermello, su competidor.
El liderazgo en un sector tan competitivo debería ser multifactorial, además de incluir la profesionalidad de sus empleados o las debilidades de las otras tiendas. El análisis que hace la empresa se basa en estar “constantemente, desde hace años, viendo qué pasa en el mercado: en Alemania, Francia o Barcelona y Madrid”. A eso se añade disponer de “las últimas novedades del mercado a precios muy competitivos”.

MIRAR AL FRENTE
Bermello Arce reconoce que cuando asoma el fantasma de la crisis la tendencia general es quedarse quietos, incluso reducir sala de exposición y venta. La empresa ourensana ha tomado la dirección contraria, “no solo hemos mantenido nuestra superficie de venta sino que incluso hemos ampliado”, matiza. Esa posición de fortaleza le lleva a proclamar que “en la ciudad de Ourense no hay ningún establecimiento que sea capaz de competir con nosotros, tanto en precio como en gama, referencias y calidad en el servicio”. Proclama, por ejemplo, que sus tiendas son “líderes en informática, doblando las ventas del 2011, por la irrupción de las tabletas”.
Jorge Bermello lidera también la firma Mas Cocina, que se ubica en el Concello pontevedrés de Mos, muy cerca de Vigo, con unos mil metros cuadrados de superficie de exposición y venta. Según su representante, “está entre las diez primeras de España”. Entre los proyectos a medio plazo, por su cabeza bulle la idea de promover una cadena de franquicias de muebles de cocina, en la línea de experiencias exitosas que funcionan en Europa.
Pero la crisis sigue marcando el discurso político, social y empresarial. Bermello invoca a la “ilusión” y a las “ganas” para sortear las andanadas que aún dará la recesión. Con respecto a este año, el empresario cree que “se va a comportar como el 2012 porque no veo nada especial para mejorar ni tampoco que vaya a ser mejor”.
También él apela a la salud financiera de España para poder capear el temporal de la mejor forma. De hecho desea que “los bancos abran el crédito a las empresas”.

“En los estamentos hay gente muy mayor que no deja mover a nadie”
Hace meses que ha remansado el debate sobre nuevas áreas comerciales. También la crisis ha puesto sordina a los proyectos programados por las grandes enseñas del sector en la ciudad. Jorge Bermello, que tiene una tienda en el Centro Comercial Ponte Vella, pondera la capacidad y la vitalidad de esta gran superficie por ser en su día una iniciativa impulsada por el comercio local. Por cierto, recuerda que la puesta en marcha de este proyecto contó con muchas zancadillas para que no cuajase. Como planteamiento general sostiene que “los centros comerciales son pujanza para una ciudad y la mayoría de la sociedad ourensana los desea”.
Reconoce también que “algunos negocios se van a resentir porque la población no está creciendo”. Y es que retener a la juventud y su talento sigue siendo uno de los problemas sociales más graves que tiene Ourense.
En las nuevas generaciones “hay mucho emprendimiento”, dice, “preparada pero sin oportunidades”. De hecho anota que hay “ourensanos que triunfan fuera”.
Bermello Arce también se fija en lo que él llama “estamentos” en los que ve “gente muy mayor que no deja mover a nadie”. Por eso aboga por “rejuvenecer todas las estructuras que hay en Ourense”, un relevo que considera básico, aunque no cita plazos o “estructuras” a renovar.

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