La Audiencia dejó visto para sentencia el juicio seguido contra Alejandra María P.R. y su marido Jhonny M.R. por apropiación indebida, aunque el fiscal introdujo como alternativa una condena por estafa, con las mismas penas (tres años y medio de cárcel y multa para la inculpada y una indemnización solidaria porque atribuye a su pareja la participación a título lucrativo). Por su parte, la empresa que presentó la querella, Sancus Aleaciones S.L., en donde trabajaba la inculpada como administrativa, reclama cuatro y tres años de cárcel, respectivamente para los encausados, además de multa.
Las acusaciones consideran que la investigada se valió de la confianza depositada en ella por su empleador para transferir a la cuenta en la que también era cotitular el otro acusado un total de 73.157 euros a lo largo de tres años, un dinero que aparece justificado en conceptos de pagos a proveedores o nóminas. Hay meses con hasta cuatro nóminas y en julio de 2015 cobró, recordó el fiscal, hasta 6.080 euros "cuando su salario era de 989 euros". En su informe final tiró de ironía: "Así ya tenía aseguradas las vacaciones".
La acusación particular alegó que no se sostiene la justificación de la trabajadora - cobró ese dinero en concepto de "sobresueldo" por trabajos extra para su jefe, que pasaba épocas en Colombia-. Y fue crítica con la retirada de la otra acusación particular (el socio de Sancus Aleaciones) un día antes del juicio.
La defensa recordó que Alejandra no tenía las claves bancarias para realizar las transferencias. "Es una cabeza de turco", asegura.
