La Fiscalía de Lugo ha remitido un escrito al Concello de Sober (Lugo) en el que conmina a que los servicios sociales del ente público intervengan en el caso del autor confeso del crimen de la empleada del club Tosca tras ser absuelto por un jurado popular.
El Ministerio Público cree conveniente que el Ayuntamiento realice una intervención para evaluar las condiciones en las que vive José Carnero Fernández, alias 'O Chucán', en la pequeña localidad de Arxemil, tras ser puesto en libertad la pasada semana, en el momento en el que un tribunal popular lo exoneró de la muerte de Pilar Palacios, la mujer que conocía a través del club de alterne en el que trabajaba en la ciudad de As Burgas y cuyo cadáver fue encontrado en la cuadra de su vivienda en septiembre de 2007.
La Acusación Pública llegó a esta determinación a raíz de la pérdida de control que sufrió Carnero el pasado jueves al verse acosado por los medios de comunicación apostados junto a su casa. Este hecho determinó que recibiera atención hospitalaria en Monforte y posteriormente en Lugo, en donde fue visto por el psiquiatra de guardia, pero que determinó que no era preciso ingresarlo en la Unidad de Agudos. El afectado, al que se le diagnosticó una epilepsia, necesita medicación.
Según pudo saber este diario a través de fuentes cercanas al caso, Carnero Fernández malvive desde que salió de la cárcel ya que no tiene trabajo ni cobra prestaciones públicas. De hecho, su estado físico, ya no sólo mental, se ha ido deteriorando en los últimos días.
En la noche del jueves, por carecer de medios, una ambulancia lo tuvo que llevar de vuelta a su casa de Sober tras permanecer varias horas en el box de Urgencias del Hospital Universitario de Lugo.
La Acusación Pública llegó a esta determinación a raíz de la pérdida de control que sufrió Carnero el pasado jueves al verse acosado por los medios de comunicación apostados junto a su casa. Este hecho determinó que recibiera atención hospitalaria en Monforte y posteriormente en Lugo, en donde fue visto por el psiquiatra de guardia, pero que determinó que no era preciso ingresarlo en la Unidad de Agudos. El afectado, al que se le diagnosticó una epilepsia, necesita medicación.
Según pudo saber este diario a través de fuentes cercanas al caso, Carnero Fernández malvive desde que salió de la cárcel ya que no tiene trabajo ni cobra prestaciones públicas. De hecho, su estado físico, ya no sólo mental, se ha ido deteriorando en los últimos días.
En la noche del jueves, por carecer de medios, una ambulancia lo tuvo que llevar de vuelta a su casa de Sober tras permanecer varias horas en el box de Urgencias del Hospital Universitario de Lugo.
