La fiscal Pilar Manso ha pedido a la Audiencia de Ourense que Carlos Pérez Pérez, condenado a 12 años de cárcel por el accidente mortal que le costó la vida a un motorista de 37 años el 7 de septiembre de 2019 en la N-525, a la altura de Rabo de Galo, ingrese ya en prisión, independientemente del resultado del recurso de apelación ante el TSXG.
El ministerio público alega la gravedad del delito (fue penado por un homicidio) y el riesgo de fuga que existe ante la elevada pena impuesta por la sala. La Audiencia deberá adoptar una resolución tras una comparecencia en la que se escuchen las versiones de las acusaciones (la familia de la víctima también está personada) y la letrada de la defensa.
En esa misma sentencia por homicidio, conducir sin carné y conducción temeraria, Josefa P.G., alias Pucha, fue absuelta del delito de encubrimiento del que estaba acusada.
Por estos hechos, Pérez ya estuvo en prisión provisional desde que ocurrió el accidente hasta abril del pasado año, en pleno confinamiento. En ese momento, la Audiencia lo excarceló al estimar que no había riesgo de fuga dada la situación excepcional en la que se encontraba el país, además del arraigo familiar.
No es la primera condena que recae sobre el inculpado. En su historial delictivo figuran amenazas por violencia de género, quebrantamiento de medida cautelar y hasta le cayeron siete años por encubrir el asesinato de un narco en 2005. En seguridad vial, ya tiene otra condena por conducir sin carné tres días antes del accidente en la N-525 y un asunto pendiente por arrollar a un pizzero poco después de salir de prisión el pasado año.
