Flora Moure, edil de Comercio y Recursos Humanos del Concello de Ourense, rehúye de la etiqueta de Sr.Lobo, pero agradece la confianza de Jesús Vázquez. Tras "encauzar" la RPT, ahora le toca tratar de deshacer los entuertos de mercados y veladores
Sitúa como "encauzada" la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo del Concello de Ourense. Le pone fecha para final de año mientras dice que la mesa sindical "se ha portado estupendamente". Este embrollo resuelto, el primer gran reto al que se enfrentaba tras entrar en política de la mano de Jesús Vázquez, le valió los piropos del propio alcalde, que en marzo la definía como "un valor al alza" mientras la colocaba al frente de Comercio para tratar de deshacer los entuertos de los mercados y veladores.
Flora Moure rehúye de la etiqueta de Sr.Lobo, pero agradece la confianza de Vázquez, del que valora su liderazgo a la vez que admite su persistencia: "Su exigencia no te deja bajar nunca la guardia. Desde las 7 de la mañana te está mandando guasaps". Si se le pide un balance de lo que va de legislatura, se reconoce insatisfecha. "Puede que no se cumpliese mis expectativas, pensé que dos años darían para más. Pero soy optimista, hay muchas cosas en marcha, toca recoger frutos".
Dos millones de inversión, 32 meses cerrado. ¿Hay esperanza para el mercado de A Ponte?
Después de pasar por dos expedientes de contratación que quedaron desiertos, empiezas a tener muchos datos. Varias empresas apuntaron que hace falta una inversión, y eso puede echar hacia atrás a la gente. Esperamos un informe para poder bajar el canon.
¿Ve entonces el vaso medio lleno?
Tiene que ser, lo vamos a intentar.
¿Se plantean darle otro uso?
Ahora mismo, no. Salvo que los informes aconsejen hacerlo así, o que la inversión sea muy elevada.
En lo que sí que hay fumata blanca es en el mercado número 1.
Tengo la confianza de que todo el trabajo del Concello y la dirección de la obra mitigue las críticas del sector de placeros descontentos con el mercado provisional.
¿Se abrirá en diciembre?
Esperemos que la obra esté lista en diciembre. Luego hay que barajar fechas con la propia Plaza, porque la campaña de Navidad es importante, habrá que adecuar tiempos para no perjudicar ventas.
Después de 24 años, ¿no se podría haber encontrado otra solución que no fuese ocupar la Alameda?
No participé en las negociaciones con los placeros, pero esta decisión ha sido muy reflexionada. Sabíamos que no iba a agradar a toda la ciudadanía.
Para los placeros veo las ventajas. Pero la ciudadanía perderá el espacio durante dos años y medio.
Pero dos años no son nada para un proyecto tan importante. El entorno va a ganar tanto…
Pide paciencia entonces.
Comprendo las molestias. A todos nos molestan las obras. Pero va a valer la pena. Va a quedar muy bien. Me lo quiero imaginar ya cómo quedará todos.
Imagino un suspiro con el apoyo del PSOE a las obras.
Siempre dijimos que este proyecto nació con el gobierno anterior, y confiábamos en su apoyo. El alcalde ha puesto mucho empeño en este proyecto.
El apoyo socialista también será importante para los veladores.
Juana Ageitos dejó muy avanzado un borrador que pasó una primera aprobación. Pero el tiempo transcurrido hace que salten otros inconvenientes. En los últimos años se ha ido complicando mucho el tema. Cosas que hay que adaptar.
En este tema, ahora mismo la ciudad parece una jungla.
Los propios hosteleros ven necesaria una reordenación.
¿Y lo ve posible?
Sí. Es imprescindible. Yo tengo la sensación que hace poco Ourense tenía pocas terrazas. Pero de un tiempo a esta parte, se ha cambiado la mentalidad, fumadores y no fumadores se sientan en las terrazas. La ciudad tienen que readaptarse. Igual nos ha pillado desprevenidos.
La ley antitabaco cambió el paso. Pero a los hosteleros se les dio la mano y cogieron el brazo.
Es un negocio. A mí me encanta que hayas terrazas. Es positivo que la ciudad pueda disfrutar de ellas.
Pero hay que compaginar hosteleros, clientes, vecinos y seguridad.
Por supuesto. Y es muy complicado. Porque las ciudades están hechas como están, con sus calles estrechas, otras sin aceras...
¿Y ahí qué hacemos?
Pues llegar a un entendimiento de cómo repartir los metros de la vía pública. Acordar con los hosteleros cómo gestionar esa parte de sus negocios para compaginarlo con la ley de accesibilidad.
En la zona vieja parece imposible.
Estamos haciendo estudios, viendo otras posibilidades. Donde no se cumple las medidas estudiamos soluciones de otras ciudades. Por ejemplo, las bocas de riego para los bomberos, como en Bilbao. Buscamos alternativas en otras ciudades.
En A Coruña, la marea ha ordenado los veladores con chinchetas.
Nuestra idea iría por ahí. El no fijar el espacio causa los problemas.
Los hosteleros coruñeses se han levantado en armas. ¿Están preparados para las críticas?
El hostelero ourensano es consciente de que hacen falta. Pretendo poner a su disposición el borrador con el que se trabajará con la oposición.
¿Y los vecinos? Leyendo la sección “El lector denuncia" queda claro que esto es top3 en preocupaciones.
Es curioso, porque la ciudadanía demanda las terrazas a la vez que las critica. Hasta que no metes la narices en la vida local no te das cuenta de la cantidad de críticas que hay. Nunca estamos contentos. Había escuchado que el ourensano, de por sí, es gente inquieta, inconformista. Pero a veces en ese afán de mejora topas con la contradicción.
Y acaba votando a Jácome
(Risas) Puede ser, puede ser. Mira, siempre bromeo con hacer el experimento de quitar por un día las terrazas del Paseo. ¿Qué pasaría? Porque hay mucha gente que las usa. Y a la vez las critican. Es complicado conjugar todo.¿Críticas? Soy consciente, la ciudadanía necesita respuestas.
