Los vecinos destacaban ayer la rápida respuesta de la Policía Nacional a su llamada de alerta

‘Foi como estar en Corrupción en Miami’

La tranquilidad vecinal de una calle tan poco transitada como es la Roi Páez se vio ayer truncada por el asalto y tiroteo a uno de sus habitantes. Los vecinos rememoraban ayer el incidente y destacaban la rapidez de respuesta de la Policía Nacional a la llamada que efectuó una vecina del inmueble, alertando de una fuerte discusión y golpes en el piso del herido, que regenta una conocida y céntrica cafetería (La Coruñesa), establecimiento que se mantuvo ayer cerrado durante toda la jornada.
El único bar situado en la calle Roi Páez se convirtió ayer en el centro neurálgico de todos aquellos que querían información acerca del suceso acaecido en el número 2 de esta vía. Entre desayunos y cafés de media mañana, los vecinos compartían los últimos datos que iban conociendo acerca del asalto y posterior tiroteo. Mientras algunos confesaban no haberse enterado de nada, aquellos que viven más cerca del inmueble en donde se produjeron los hechos relataban el inusual despertar de ayer.

‘Foi como un capítulo de Corrupción en Miami’, relataba una de las vecinas que presenció la rápida llegada de las patrullas policiales (apenas varios minutos después de que dieran el aviso, al oir gritos y fuertes golpes, como si se estuviese produciendo una pelea) y la posterior detención de los dos encapuchados, ya a cara descubierta en plena calle. Asimismo, siguieron con interés el trabajo de las brigadas de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial, encargada esta última de la toma de muestras y posibles huellas. ‘O ferido sangraba, pero non se lle vía moi mal, porque falaba e estaba consciente’, apuntaba un vecino en el transcurso de la conversación en el bar, al tiempo que recordaba que la víctima del asalto, Manuel O.F, es también hostelero, pues regenta una céntrica cafetería junto a los Jardines de Padre Feijóo, ‘La Coruñesa’.

Cerrada a cal y canto

De hecho, pocas horas después del asalto y teniendo en cuenta que la cafetería permaneció cerrada durante toda la jornada, la noticia corrió como la pólvora por toda la zona centro de la ciudad. En el establecimiento no se encuentra ninguna nota alusiva al cierre, como es habitual en casos de fuerza mayor que obligan a no abrir un bar durante un día laborable.

Mientras la mayoría de vecinos consultados ayer en la calle Roi Páez mostraba su preocupación por el inusual episodio de violencia desatado, -’hai que ver as cousas ás que se chega’, lamentaba una vecina- otros manifestaban que en el citado inmueble ‘hai tempo que se ven cousas raras’, en alusión a visitas extrañas a cualquier hora de la noche, por lo que aventuran sus sospechas de que el asalto respondiese a un ajuste de cuentas. Aunque la Policía Nacional continúa en su investigación sin cerrar ninguna hipótesis, fuentes policiales destacan que la víctima carece de antecedentes penales. Los cuatro detenidos, por su parte, podrían pasar a disposición judicial entre hoy y mañana.

Un coche calcinado a pocos metros

El asalto no fue el único suceso acaecido ayer en el barrio A Cruz Alta. Pocos metros más arriba de la calle Roi Páez, un coche resultó calcinado pasadas las nueve de la mañana. Los bomberos tuvieron que acudir a apagar las llamas, trabajo que se prolongó durante 45 minutos. La Policía investigó en un principio si el coche había sido utilizado en la huida de parte de la banda de asaltantes.



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