Infraestructuras

El AVE, la autovía A-56 y la circunvalación Norte superan otro año de plazos incumplidos

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El AVE y su integración en la ciudad o la circunvalación norte esperan turno mientras sí se mueven proyectos en A Coruña

Cambio de decenio, pero la vida sigue igual para la provincia de Ourense y una nutrida lista de infraestructuras estratégicas a las que el Ministerio de Fomento prometió dar un impulso durante 2019 que finalmente no ha llegado, relegando el desbloqueo de esos proyectos mientras esta pasada semana comenzaban a asomar la cabeza obras por un importe superior a los 37 millones de euros en la provincia de A Coruña, en los concellos de Oleiros y Santiago.

No es la primera vez que la capital de Galicia se ve beneficiada de una mayor atención del Gobierno central, que ya ha encauzado en los últimos años infraestructuras como la A-54 (Lugo-Santiago), cuya finalización se prevé para 2022, o la ampliación de la AP-9 a su paso por Compostela, inaugurada a principios de 2018 y cuyo acto de puesta en servicio era aprovechado por el entonces ministro de Fomento, el popular Íñigo de la Serna, para anunciar la ejecución de un enlace de la autopista con la Cidade da Cultura ya en servicio y al que se sumará el denominado enlace orbital, licitado la semana pasada, para mejorar la conexión entre las áreas industriales de Santiago o el aeropuerto de Lavacolla.

Esta infraestructura precisará de un presupuesto de 25,1 millones, cifra ligeramente inferior a la contemplada para el primer tramo de la circunvalación norte de Ourense (Eirasvedras-Quintela), que pese al anuncio de expropiaciones ya realizado y el compromiso de sacar a concurso las obras el pasado año sigue en el limbo. El retraso en esta infraestructura tiene efectos colaterales para la ciudad, que necesita liberar la actual vía de acceso por la N-120 para acometer el bulevar termal y desarrollar urbanísticamente todo el entorno.

Esa transformación también la anhelan en los barrios de A Ponte y O Vinteún a partir de la estación intermodal, con la terminal de autobuses y el aparcamiento subterráneo ya en marcha para estar operativos a lo largo del presente año, sin que por ahora se conozcan avances en la licitación de las fases correspondientes a Fomento, incumpliendo los anuncios publicados en el Diario Oficial de la Unión Europea de que se iban a licitar actuaciones por 67 millones y un plazo de ejecución de 44 meses para reformar la terminal ferroviaria y acometer la pasarela peatonal entre barrios.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) tampoco ha dado los pasos, por otra parte, para tener listo el trazado del AVE y comenzar las pruebas, que deberán esperar al segundo trimestre del presente año. Asimismo, al igual que sucede con la estación intermodal, tampoco se ha puesto en marcha el procedimiento de contratación para culminar el trazado de alta velocidad con la denominada variante exterior, cuyo primer tramo entre Taboadela y Seixalbo debía haber salido a concurso en el segundo semestre de 2019, con actuaciones que sumaban una inversión que ronda los 143 millones.


Final pendiente


El Ministerio de Fomento también tiene pendiente de culminar el único tramo en obras de la A-56, que discurre entre San Martiño y A Barrela y que acumula un notable retraso desde el inicio de los trabajos, paralizados por la crisis.

Aunque se retomaron en 2015, el compromiso de rematarlo durante el año pasado tampoco se hizo efectivo. En el cajón continúan los proyectos del resto del trazado de esta vía de alta capacidad.

La variante exterior e intermodal: 635 millones

Adif incumple las fechas enviadas al boletín de la UE. En marzo del pasado año, Adif enviaba los pertinentes anuncios de información previa para avanzar con la intermodal y la variante exterior, con la previsión del segundo semestre como momento de sacar a concurso las obras. Cerrado el ejercicio, esto no ha sucedido y el proyecto del AVE sigue cojo.

Finalizar las obras del AVE: 200 millones

Los trabajos seguirán hasta bien avanzado el presente ejercicio. Los últimos ministros de Fomento, del PP y del PSOE, insistieron en que 2019 era la fecha definitiva para tener lista toda la línea (a excepción de la variante exterior) y así comenzar las pruebas previas a la puesta en servicio comercial. Los contratos indican que los trabajos seguirán muchos meses en 2020.

Inicio de la circunvalación norte: 30 millones

El proyecto continúa en el cajón pese al anuncio expropiatorio. En cartera desde finales del siglo pasado, el tramo Eirasvedras-Quintela de la variante norte lleva con proyecto aprobado desde la última primavera y con una partida presupuestaria para licitar las obras, comprometidas por el Gobierno. Se anunciaron expropiaciones, pero no la licitación.

Obras en la A-56: 32,2 millones

La ejecución del único tramo en marcha, muy lenta. La autovía A-56 (Ourense-Lugo) cuenta únicamente con un tramo en obras, el que discurre entre San Martiño y A Barrela. Sin embargo, la crisis tuvo paralizados los trabajos varios años y tras retomarse no se ha cumplido el compromiso de rematarlo en 2019. El resto del trazado sigue todavía en una fase incipiente.


La circunvalación de O Barco, ya con obras, la buena noticia


El Ministerio de Fomento sí hizo los deberes con una infraestructura altamente demandada en la comarca de Valdeorras como es la circunvalación de O Barco entre las carreteras N-120 y N-536, un proyecto que se puso en marcha a finales del pasado verano con un presupuesto superior a los 47 millones de euros y que permitirá liberar del tráfico pesado la villa barquense.
La actuación se licitó a principios de 2019 y tras completar un largo periplo administrativo de algo más de nueve meses se pudo poner en marcha la última semana de septiembre.
Con un plazo de ejecución de tres años, la infraestructura debería estar lista en el último trimestre de 2022, confiando la comarca en que todo este tiempo el Gobierno central sea capaz de avanzar con los proyectos de la A-76, otra autovía en la lista de los agravios ourensanos. n

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