Economía

Fondos de inversión lanzan ofertas para comprar hoteles en Ourense

El bloqueo urbanístico de Ourense estimula la inversión y la demografía en su área metropolitana (ÓSCAR PINAL).
photo_camera (FOTO: ÓSCAR PINAL).
El sector trata de recuperarse del efecto covid, asumiendo que algún establecimiento se venda

La crisis del coronavirus y sus consecuencias en el sector turístico ha puesto a prueba la capacidad de resistencia del negocio hotelero también en Ourense. La situación está siendo aprovechada por los fondos de inversión, que han sondeado el mercado urbano, realizando ofertas de compra. Así lo han confirmado varias fuentes relacionadas con el sector inmobiliario y, sobre todo, un empresario que participa en una sociedad propietaria de un hotel de cuatro estrellas en la ciudad.

Dice haber recibido ofertas de representantes de fondos de inversión dispuestos a comprar "hoteles medianos, incluso pequeños, con un desembolso que no superase los tres millones de euros", según el empresario que recibió la oferta, que también se extendería a establecimientos de otras ciudades gallegas. Eso sí, "por el momento", dice haber declinado la oferta para vender.

La debilidad de la musculatura financiera de algunos hoteles como consecuencia de la crisis del covid alimenta este tipo de operaciones, como reconocen en el sector. Esta práctica, que ha llegado a Ourense, hace tiempo que se está extendiendo por otros lugares, sobre todo en los que el turismo es la primera actividad económica, caso de la costa del Mediterráneo.

Aún con limitaciones, los establecimientos hoteleros están manteniendo el negocio, muy afectado por las restricciones a la movilidad por culpa de la pandemia. En este tiempo algunas cadenas han puesto a la venta lotes de establecimientos hoteleros. 

Algunas enseñas, caso de NH, han planteado desprenderse de activos, incluso realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a parte de la plantilla. Esta cadena gestiona un hotel en la ciudad, desde el que se descarta que esté afectado por una operación de venta, así como una reducción de personal.

Sí es cierto que algunos operadores inmobiliarios tienen en cartera activos hoteleros pendientes de comercializar, de diferente categoría. Entre ellos, un complejo situado en el Concello de Melón, en la carretera N-120, con casi 1.800 metros cuadrados de superficie, que lleva tiempo cerrado después de haber trabajado ininterrumpidamente durante 30 años. La inmobiliaria que lo comercializa, radicada en Vigo, estima "en unos dos años" el tiempo en el que está a la venta la propiedad, cuyo precio es de 750.000 euros. La misma fuente indica que "hará algo más de un año que había una empresa autorizada en la compra, pero no se ha materializado".

Portales inmobiliarios como Idealista aseguran que en la provincia había al menos a final del año 2020 dos instalaciones hoteleras buscando dueño, ninguna de ellas en la ciudad. Es más, en el casco urbano hay equipamientos pendientes de apertura. Uno de ellos es el hotel boutique de cuatro estrellas que abrirá antes del verano en la rúa Reza

Fe en el futuro

Otros negocios del sector, caso del grupo GA —dueño del Franscisco II y Princess, además de otros en Hispanoamérica— afrontan estos meses de pandemia con cierta esperanza. Francisco Gómez Álvarez, director del Francisco II, reconoce "haberlo pasado mal" en los últimos meses, pero el futuro a medio plazo se ve  positivo. Descarta "categóricamente" que haya en cartera operación de venta alguna. Al contrario, dice, ya que están planificando el resto del año: "Tengo mucha fe en el futuro, pero debe ir unida a la evolución de la vacuna, cuando esté inmunizada el 70% de la población nos podremos ir acercando a la normalidad". 

Mientras, Gómez Álvarez asegura que hay ya interés por la contratación de grupos para el verano "en la medida en la que se permita la movilidad". 

La huella de la pandemia deja 49 hoteles cerrados

La recuperación de la actividad económica y la modulación de las restricciones al movimiento está facilitando la reapertura de algunos establecimientos. Sin embargo, la huella del covid es profunda. De acuerdo con los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) en febrero —último dato conocido— había en la provincia 106 establecimientos operativos y en el mismo mes del año anterior —el anterior a la declaración del estado de alarma— tenían sus puertas abiertas 155; es decir, 49 menos. Con ello se cortó una racha positiva del sector turístico que, por ejemplo, tenía 170 establecimientos abiertos en febrero del 2018.

Como consecuencia de esa disminución también cayó en picado el número de plazas disponibles, que eran 5.575 en febrero del 2020 y un año después la cantidad cayó hasta 4.283; es decir, 1.292 menos. La mella laboral se percibe en que el personal se ha tenido que acoger a ERTE. En un año hibernaron 243 empleos en Ourense. n

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