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El forense aprecia un contexto homicida en el caso Esmorga

El antropólogo forense Fernando Serrulla explica al jurado los detalles de la autopsia (ÓSCAR PINAL)
photo_camera El antropólogo forense Fernando Serrulla explica al jurado los detalles de la autopsia (ÓSCAR PINAL)

El joven rumano estaba muy bebido, murió ahogado y sufrió un golpe muy grave al caer al canal

En la ciencia forense nunca hay blancos o negros a la hora de explicar un delito, pero sí pistas decisivas para entender qué le ocurrió a la víctima. El forense que hizo la autopsia de Alexandru Walter Boghiu (22 años), cuyo cadáver fue rescatado del embalse de Albarellos el 21 de diciembre de 2014, fue desgranando las lesiones que presentaba el cadáver . Aunque concluyó en su estudio que la causa de la muerte fue homicida, sin descartar el accidente, explicó al jurado que hay que contextualizar todos esos datos que él aportó.

El joven murió ahogado -había agua en sus estómago y pulmones- pero presentaba un traumatismo en la cabeza -en al zona frontoparietal derecha con hundimiento del cráneo y salida de masa encefálica producida por un objeto contuso irregular tipo piedra- con suficiente entidad para causarle también la muerte a los dos o tres minutos, aunque la pérdida de consciencia aparece a los pocos segundos. Eso sí, cuando sucedió, estaba vivo. "El traumatismo en la cabeza, de alta energía, es perfectamente compatible con la caída al canal del Viñao desde una altura de siete metros", explicó este experto al tribunal popular que desde hace una semana juzga el caso Esmorga, en el que Óscar Estévez López y Eduardo López Fernández están acusados del asesinato del joven rumano afincado en Carballiño.

Los golpes a la altura de las cejas y la boca -con pérdida de cuatro piezas dentales e hinchazón de los labios por un puñetazo fuerte- y las erosiones que presentaba en los nudillos de las manos "son compatibles con una pelea", aseguró Serrulla, quien no apreció signos de defensa.

El joven cayó en muy malas condiciones físicas por el alcohol que había ingerido. Los análisis de sangre revelaron una concentración de 2,87 gramos por litro, además de éxtasis. A partir de los tres gramos, según apuntó el forense, hay autores que dicen que se puede entrar en coma etílico y morir.

Y aunque en este caso no se pude excluir una causa accidental de la muerte, aprecia "un contexto homicida" por las lesiones previas (las no letales) en la cara y hasta en el cuello (aparecieron infiltraciones hemorrágicas) que denotan que hubo una agresión previa. 


Una jornada dedicada a los expertos


La sexta jornada del juicio por el llamado crimen de "A esmorga" estuvo prácticamene dedicada a los peritos, expertos del Instituto de Toxicología o Criminalística de la Guardia Civil que analizaron tanto las muestras recogidas al cadáver como restos orgánicos hallados en la casa de Cameixa (Boborás) -la vivienda de Eduardo López en la que se produjo la agresión previa al incidente en el canal del Viñao el 20 de diciembre-. Los expertos aseguraron que en la muestra de sangre tomada en la carretera, junto al canal, apareció ADN de la víctima -intentó huir-  y en la barandilla metálica a la que sujetó el joven -los investigadores de la Guardia Civil dicen que sujetó apra evitar ser arrojado- había restos orgánicos (sudor) de Alexandru, además de en el vehículo de Óscar (los tres montaron en ese coche).

La perito descartó que el ADN en la valla fuese por transferencia (de la víctima a Óscar) tal como sugirió su abogado durante su interrogatorio. 

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