Un incendio calcinó en la tarde de este jueves 12.000 pollos en una granja de Vilar de Astrés (Ourense). Las llamas se declararon a las 16,45 horas, provocando una densa columna de humo, visible desde cualquier punto de la ciudad. De hecho, varios viandantes alertaron al Servicio de Emergencias 112, desde donde se movilizó a las policías Nacional y Local, bomberos y una ambulancia del 061 ante la sospecha de que hubiera personas heridas. Los sanitarios no tuvieron que intervenir, pero las dos unidades de bomberos que acudieron al lugar tuvieron que emplearse a fondo, dado que las llamas ofrecían un elevado riesgo de propagarse a otra granja contigua, también llena de aves, y a un depósito con miles de litros de gasóleo. "Cuando llegamos, la granja ya estaba completamente en llamas", afirmaron los bomberos.
Un bombero y un policía local, durante las labores de extinción del fuego, que ocasionó cuantiosos daños. Foto: Óscar Pinal
Lo primero que hicieron fue perimetrar el fuego para evitar que afectase a las instalaciones contiguas, sobre todo al depósito de gasóleo, que al final no resultaron dañadas. El fuego comenzó en la zona de los depósitos de almacenaje de piensos, desde los que se extendieron por todo el interior de la explotación agrícola, llegando a amenazar también a una vivienda. Los bomberos realizaron su trabajo extremando las medidas de seguridad, dado que en la estructura del tejado de la granja predominaban las placas de fibrocemento con amianto.
Los efectivos dieron por controlado el incendio pasadas las ocho de la tarde, aunque un retén permaneció en el lugar ante el riesgo de que los rescoldos se reavivasen.
La Policía Local acordonó la zona durante las labores de extinción, tras las que la Policía Nacional inspeccionaba los restos carbonizados con el objetivo de hallar pruebas que permitan determinar las causas que originaron el incendio. Varios vecinos aseguraban haber escuchado una explosión en uno de los silos de pienso momentos antes de comenzar a arder.
