El incendio que calcinó en la madrugada del sábado el complejo hostelero Pozas de Maimón se inició prácticamente igual que el registrado en la madrugada del pasado 25 de abril en las termas privadas de A Chavasqueira. Hasta coincide la hora.
Los agentes de la Policía Científica realizaron una inspección ocular con el objetivo de encontrar huellas que permitan identificar al autor. El recinto carbonizado permanecía en la mañana de este lunes acordonado con la cinta reflectante que colocó la Policía Local. Y así seguirá en los próximos días, dado que los investigadores aún no han concluido el rastreo. Al igual que hicieron tras el fuego de A Chavasqueira, estudian la posibilidad de utilizar perros adiestrados en incendios para determinar si se utilizaron productos acelerantes. El fuego comenzó en una esquina y, al igual que en las termas, de afuera hacia adentro. Los agentes, a falta del informe final, no descartan, según fuentes de la investigación, que arrojaran un artefacto incendiario desde el paseo termal que discurre por la parte posterior de las instalaciones.
La única diferencia aparente con el incendio registrado el pasado 25 de abril en A Chavasqueira es que esta estaba en funcionamiento, mientras el restaurante y cafetería llevan abandonados desde el 2016 tras ser gestionados bajo el nombre de Bull River Club.
El fuego encendió la alarma en la Comisaría, donde se mantienen abiertas todas las hipótesis, incluida la de que este último incendio pudiera ser provocado para sembrar dudas en la investigación que está llevando a cabo para esclarecer el de A Chavasqueira.
En las instalaciones policiales de As Lagoas declinaron ofrecer cualquier valoración sobre el fuego hasta conocer las conclusiones del informe de la Policía Científica. De confirmarse que fue intencionado, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) se encargaría de buscar a los autores.
El estado de total abandono del restaurante-cafetería puso en el punto de mira a los ladrones de chatarra, que en los últimos dos años llevaron a cabo varias sustracciones en las instalaciones por si su testimonio puede arrojar luz sobre el incendio.
"Había gente durmiendo y salió desnuda"
En el exterior de la esquina del complejo en la que se originó el fuego había cuatro caravanas estacionadas. Sus dueños, nada más percatarse de las llamas, las retiraron de inmediato entre escenas de nerviosismo . "Hubo gente que salió desnuda y otra en pijama", apuntó uno de los dueños de una de las caravanas afectadas, puntualizando que se vivieron escenas de pánico porque el fuego se propagó con mucha rapidez.
Los autocaravanistas no se percataron de nada extraño en la zona, aunque uno de ellos, antes de que fuera alertado del incendio asegura que escuchó dos pequeñas explosiones, procedentes de la zona del restaurante más carbonizada.
Las instalaciones ardidas son propiedad del Concello de Ourense y están sin uso desde 2015. Al año siguiente quedó desierto el concurso por explotarlas. Pedían un cano n de 32.129 euros al año.
