CULTURA

"Fui padre joven y tuve que dejar la pintura, con 18 años no se vive de esto"

El artista ourensano Antón Barros presenta a partir del día 25 su exposición "Recordando momentos" en el Auditorio Municipal

Aunque comenzó a disfrutar de la pintura de pequeño, hasta el año 2012 Antón Barros (Punxín, 1957) no se dedicó "plenamente" al mundo del óleo. Desde entonces ya ha expuesto en diversos puntos de la provincia, y el 25 vuelve a la ciudad, por segunda vez. Esta ocasión, su obra estará expuesta durante un mes en el vestíbulo del Auditorio. La muestra se podrá visitar en horario de mañana, así como antes de los espectáculos. 

¿Qué se encontrará el público?

"Recordando momentos" presenta una serie de óleos realizados durante el 2016 y 2017 de tipo realista. Es decir, lo que se, se ve en mis cuadros. No me centro en ningún tema, pinto lo que me apetece.

La inspiración, ¿la vida cotidiana?

Sí, normalmente son cosas que veo o que me imagino, pillo detalles de aquí y de allá. A veces hago fotomontajes y luego los pinto... tiene que ser algo que me guste, que me llame la atención. 

¿Qué sucedió en 2012?

Dejé de trabajar en la empresa donde estaba, por motivos personales. Dediqué mi vida al dibujo técnico, primero ligado a la arquitectura y después a la construcción, haciendo tiendas. Ese año decidí dedicarme solo a la pintura, aunque he pintado siempre. 

¿No pensó dedicarse a la pintura desde joven?

Fui padre con 18 años. Tuve que tomar una decisión, si alimentar a la familia o no. Y de la pintura, con 18 años, no vives. Es una decisión que ha valido la pena, los hijos ante todo.

¿Es difícil hacerse hueco ahora mismo?

Vender es muy complicado. No sé cómo lo tienen los artistas que vendían antes de 2007, porque si el dinero escasea un poco, lo usas para comprar otras cosas antes que arte. De lo que he vendido yo, mucho es a través de internet o gracias a las exposiciones. Internet te abre el campo mucho más.

¿Cuántas horas diarias le dedica ahora a su oficio?

Depende del día, ¡como no tengo jefe! (risas). Tengo un problemilla físico que no me deja estar mucho tiempo en la misma posición, así que le dedico a veces 4 horas, otras 5. Ahora mismo llevo un tiempo sin pintar porque me rompí un brazo, pero en breves empezaré de nuevo. 

Es su segunda vez en la ciudad.

Sí, es siempre una alegría porque hay mucha gente que si la exposición es en la ciudad sí puede ir. Me gustaría que la gente vaya a verla para que vean lo que hago, que valoren, que critiquen, aunque luego siga pintando lo que yo quiero. Decía Picasso que hay quien pinta para vender y hay quien vende lo que pinta, yo ni una cosa ni casi la otra. Pero puedo escoger hacer lo que quiero.

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