El letrado de los gemelos investigados por homicidio sostiene que la discusión de la víctima con un superior un día antes lo alteró
Las testificales amparadas en la instrucción por el supuesto homicidio del policía Celso Blanco el 9 de abril de 2016 se reanudan mañana, en sesiones de mañana y tarde, con el interrogatorio de dos agentes y una funcionaria de dependencias administrativas de la comisaría.
Una prueba pedida por el letrado de los dos policías inculpados, los hermanos Roy y Bernardo Deprado, en busca de aclaraciones.
El abogado Neil González interesó la testifical de la funcionaria porque, según parece, escuchó discutir al policía fallecido con un superior, el secretario general, Juan Manuel Sardiña, un día antes de la muerte.
El mando aludido declaró en este proceso sobre este particular pero la encuadró en un tono cordial. Según explicó a la jueza de Instrucción 3, se reunió con Celso en su despacho "para hablar de las actividades de la asociación policial en la que estaba la víctima, del funcionamiento de la oficina de prensa e ideas nuevas que tenía".
Negó que conversasen sobre las seis armas del búnker desaparecidas en agosto de 2014 y enero de 2015 ni de los anónimos enviados a Asuntos Internos y la prensa. Sardiña también descartó temas que pudieran alterar enervar al agente fallecido. "En la conversación no hubo ningún tema de alteración", declaró, matizando que no detectó ninguna preocuapación en él.
Ahora bien, el letrado de los gemelos imputados sostiene que la funcionaria que declarará este jueves escuchó discutir a Celso y Sardiña, lo que determinó el nerviosismo de la víctima.
La jueza, en el auto que detalla los indicios de homicidio para investigar a los hermanos, sostiene que Blanco "estaba alterado" ese viernes 8 de abril y atribuye ese estado a una reunión con Roy.
