Nueva polémica entre el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, y el funcionariado del Concello. Bienvenido Fernández, técnico interino en la Concejalía de Infraestructuras y miembro de la ejecutiva local del PSOE, presentó este lunes un escrito dirigido al regidor en el que le anuncia que formalizará, ante el concejal de Recursos Humanos, una petición de amparo "ante el evidente acoso del que estoy siendo objeto por su parte, por causa de mis ideas políticas".
La fricción nace de unas manifestaciones realizadas la semana pasada por Pérez Jácome, primero en una entrevista radiofónica en la que hablaba de "funcionarios enchufados por la puerta de atrás que son interinos, uno de ellos Bievenido, del partido socialista, que es un asesor jurídico que ha firmado controvertidos informes y hasta ha acabado en el juzgado", y después en el pleno del Concello, asegurando el alcalde que este funcionario le había rogado, "de rodillas", que le concediese tres dedicaciones exclusivas para sendos ediles del grupo del PSOE en el presente mandato.
"Por buscar una explicación a a esta aparente fijación, puedo suponer que su interés por mi persona vendrá de mi condición de militante socialista, militancia que ostento, es cierto, orgullosamente desde hace ya muchos años y que supusiera me ha convertido en víctima de sus diatribas y ataques en clara transgresión por su parte de mi derecho constitucional a la libertad ideológica", señala en su escrito el funcionario, entendiendo que "las afirmaciones son falsas y calumniosas y atentan contra mi dignidad y honor".
Por esto, solicita al alcalde ourensano una rectificación pública, defendiendo que entró en su puesto "por el procedimiento legalmente previsto" y que nunca rogó dedicaciones exclusivas, sino que simplemente mantuvo una conversación telefónica con un cargo de DO en el que le expuso su parecer, "nunca arrodillarme ni rogar".
Fuentes del gobierno municipal aseguraron no tener constancia del escrito presentado por Bienvenido Fernández, aplazando cualquier valoración hasta conocerlo. El funcionario concluye su alegato garantizando que "mis obligaciones las desempeñaré de buen grado, con total lealtad institucional y servicio".
