REPORTAJE - MÚSICA

Una gaita de Irán con más de 2.600 años de historia

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photo_camera El gaiteiro iraní Mohsen Sharifian entrega la gaita primitiva a Xosé Luis Foxo, director del Museo de Cornamusas.

El Museo Internacional de Cornamusas acoge desde hace unas semanas una réplica de una ney anban, la gaita más antigua de la que se tiene registro. El iraní Mohsen Sharifian viajó a Ourense para hacer la entrega.

Recibe el nombre de ney anban, procede de una región en la frontera entre Irán e Iraq -perteneciente a la antigua Mesopotamia- y su origen se remonta al año 600 a.C. Esta es la carta de presentación de la última gaita que ha adquirido el Museo Internacional de Cornamusas. En concreto, se trata del ejemplar de este instrumento documentado más antiguo que se conoce hasta el momento. "A orixe da gaita procede da cultura árabe, ao contrario do que se pensa, que chegou a nós a través do mundo celta, dende Escocia. Non foi así", explica Xosé Luis Foxo, el director del museo ourensano.

El pasado mes de junio, Foxo recibió la visita de Mohsen Sharifian, un gaiteiro reputado de Irán que entregó la gaita primitiva al Museo Internacional de Cornamusas. Fruto de sus investigaciones, Foxo -que colecciona gaitas desde el año 85, en el que creó la Escuela de Gaitas y la Real Banda de Gaitas de Ourense-, sabía de la existencia de este modelo de gaita, pero no encontraba la manera de acceder a un país tan opaco, cuya cultura e idioma limitaban las relaciones. "A milagre aconteceu o ano pasado, que fomos invitados -una representación de la Real Banda de Gaitas- a un concerto en Baalbeck, no Líbano. Alí presentáronme a Sharifian", comenta.

Este prestigioso gaiteiro se volcó con la causa de Foxo y movió cielo y tierra para conseguir el visado que le permitiese viajar a España. Fue un laborioso proceso que se prolongó durante un año y en el que el director del museo y el gaiteiro iraní intercambiaron más de 150 correos electrónicos e infinidad de mensajes de Whatsapp. "Manter a conversa fíxose moi complicado porque o seu acceso a internet é limitado", matiza Xosé Luis Foxo.

Pero el ansiado reencuentro entre los dos amantes de la gaita se produjo el pasado mes de junio, en Monterrei, en el marco de la trigésimo segunda edición de la Xuntanza Internacional de Gaiteiros, en la que Mohsen Sharifian participó acompañado por dos compatriotas, una violinista y un percusionista.

En sus cinco días de estancia en Ourense, los iraníes también visitaron el museo de Foxo. "Encantoulles, para eles é algo totalmente novidoso. Descoñecían que existía unha colección tan ampla de cornamusas. Pensa que no seu país non hai escolas de gaita, senón que aprenden a tocala por tradición", apunta.

Desde entonces, una réplica exacta de la ney anban se suma a las 96 gaitas que componen la exposición. Comparte vitrina con otras siete cornamusas primitivas, procedentes de diferentes partes del mundo, como el tullum de Turquía, el zaq de Malta, el shuvyr de Rusia o el mitsui de Túnez.

Este museo atesora además réplicas iconográficas en piedra y más de seis mil archivos con diez mil horas de grabaciones.

Visita al Golfo Pérsico

Ésta no será la última vez que Xosé Luis Foxo se encuentre con el gaitero "y amigo" Mohsen Sharifian. El director del museo ya planea una visita a Irán para conocer la región del Golfo Pérsico en la que se encuentran las tablillas en piedra que corroboran la antigüedad de esta gaita de más de 2.600 años. Será el próximo año. 

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