En el corazón de la Ribeira Sacra, en un mirador sobre el cañón del río Sil, en el concello de Sober, se firmó este viernes el protocolo de creación de la Rede de Cruceiros Costeiros e Fluviais (Red CCF) dos Destinos Náuticos Sostibles. Se trata de un proyecto turístico de cruceros para navegar los ríos Miño y Sil, desde la Ribeira Sacra, en la frontera entre Ourense y Lugo, hasta Pontevedra, en la desembocadura del Miño, en A Guarda.
Galicia se incorpora así a la red de cruceros costeros y fluviales, que aglutina a otras nueve comunidades autónomas con el objetivo de impulsar el turismo náutico, como ya hacen Extremadura, Castilla y León, Aragón, el País Vasco, Cataluña, Andalucía, Canarias, Baleares y Ceuta.
Se trata de una iniciativa liderada por la Asociación Galega de Actividades Náuticas y cuenta con un apoyo de dos millones de euros de fondos estatales. El acto contó con la participación del delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; y la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, que destacaron las oportunidades que brindan las actividades acuáticas para el turismo.
“A día de hoy, lo que demandan los turistas son destinos en contacto con la naturaleza, sin aglomeraciones y sostenibles, algo que se encuentra sin duda en el turismo náutico”, señaló Castro. Por su parte, Miñones sostuvo que cree en “la sostenibilidad como base de transformación de nuestro sistema productivo”, tras destacar la apuesta del Gobierno por el sector turístico de Galicia con los 48 millones del Plan de Recuperación para financiar los planes de turismo sostenible.
Los doce ayuntamientos ourensanos beneficiados por esta red de cruceros son Castro Caldelas, Chandrexa de Queixa, Esgos, Manzaneda, Nogueira de Ramuín, Parada de Sil, A Peroxa, A Pobra de Trives, San Xoán de Río, A Teixeira e Xunqueira de Espadañedo.
