MITEU

Leo Bassi: "En Galicia tengo un público que me odia y otro que me adora, por eso me gusta volver"

Rueda de prensa de Leo Bassi en el auditorio
13,15h
photo_camera El artista Leo Bassi, en una de sus anteriores visitas a la capital ourensana.

El actor teatral regresa a Ourense para presentar en el Teatro Principal uno de sus montajes más recientes, "El último bufón"

El actor teatral y bufón Leo Bassi regresa hoy a Ourense para presentar en el Teatro Principal, a las 22,00 horas, dentro de la Mostra Internacional de Teatro Universitario, su montaje más reciente, "El último bufón", un alegato de esta profesión que es toda una forma de entender la vida. 

No es su primera visita a Ourense. ¿Por qué repite en la Miteu?

En primer lugar, estoy superorgulloso de este espectáculo y me encanta poder darlo a conocer en este certamen. Por otro, Galicia, y Ourense, es una tierra de personas con raíces, pero al mismo tiempo hay un deseo vital de conocer cosas, y eso me anima a repetir.

La última ocasión venía con su “Gran Misa Patólica". ¿Cómo fue la experiencia?

En Galicia tengo un público que me odia y otro público que me adora, y creo que con ese espectáculo, mi deseo de mover conciencias, de provocar reacción en los espíritus más conservadores fue perfecto. Yo no quiero acomodarme, hacer algo que le guste a todo el mundo. Soy polémico y me gusta la polémica y siento que en Galicia hay un público al que esta actitud le gusta.

Ese año pasó por la universidad para ofrecer una conferencia. ¿Cómo fue esa experiencia?

Soy un hombre de 66 años, pero mi relación con la gente joven es muy buena, así que fue una experiencia estupenda, como lo es también en el teatro.

¿Con qué va a sorprender en esta ocasión al público ourensano?

"El último bufón" es un recorrido por esa filosofía de vida en torno a las artes circenses, a las que pertenecen siete generaciones de mi familia. En este espectáculo represento un poco el hilo entre el futuro que está por llegar y ese pasado de los bufones. Uno de los momentos más fuertes es la proyección de unas imágenes rescatadas por mi hermana, que es historiadora, y que fueron realizadas por los hermanos Lumière filmando a mi bisabuelo en 1896; son imágenes nunca vistas y que son alma del cine.

Por otra parte, siento que tengo un deber frente a las nuevas generaciones de recordar el espíritu rebelde del circo. La gente del circo eran personas que no creían en las sociedades regladas y vivían aparte de las convenciones. Eran, con sus caravanas, una pequeña república independiente internacionalista y creo que esto se ha olvidado.

¿Es cada vez más difícil provocar?

Cada generación provoca a su modo. El artista debe reinventarse y estoy convencido que una sociedad que pierde la capacidad de provocación está muerta. Me gustan países como España, con sus enfrentamientos, un país vivo.

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