ENTREVISTA

Gallego Jorreto: "La arquitectura y la cultura no se aprecian mucho en la sociedad"

Manuel Gallego Jorreto hablará hoy sobre Gulías.
photo_camera Manuel Gallego Jorreto hablará este martes sobre Gulías (MARTIÑO PINAL)
Manuel Gallego Jorreto desgranará los detalles de la construcción del balneario de O Carballiño

La construcción del balneario de O Carballiño corrió a cargo del arquitecto ourensano Daniel Vázquez Gulías, en el año 1900. Hoy, su compañero de profesión Manuel Gallego Jorreto (Carballiño, 1936) desgranará los detalles de la edificación –"una de las más importantes de su trayectoria"– en el Liceo, como colofón al ciclo de conferencias Año Gulías. Aunque Jorreto defiende que no es un experto en la figura del arquitecto, conoce bien los entresijos del balneario. Desde hace años trabaja en el proyecto de ampliación del edificio, un reto "difícil", pero no imposible. La cita de este martes arranca a las 20,00 horas, y la entrada es libre.

¿Dónde reside la calidad de la intervención de Gulías en el balneario carballiñés?

En toda la concesión de la arquitectura: el modelo que escoge, el tipo de balneario, la coherencia de su construcción y organización, el diseño y la elegancia del trazado. Es un edificio espléndido, muy sencillo pero espléndido.

La obra data del 1900, ¿qué diferencias se encuentran con balnearios más recientes?

Son totalmente distintos. Hay un cambio en la sociedad, en la ciudad, en la ciencia de curar y de construir, y hay un cambio radical en la cultura, en general. 

¿Qué supone realizar la ampliación?

Es muy difícil, pero se puede hacer. Yo lo he intentado y creo que no está mal, hay que saber lo que necesitan ahora por los nuevos usos del espacio, conocer las nuevas aplicaciones técnicas, y al mismo tiempo que lo que se haga sea capaz de convivir bien con lo que se hizo, y no lo destruya. 

Habrá zonas nuevas.

Un restaurante, una cafetería, unas piscinas pequeñas al aire libre en un área de descanso y, la intervención más importante, una piscina cubierta ligada a la casa de baños para tratamientos médicos.

Usted es carballiñés, ¿qué recuerdos tiene del balneario?

Siempre me llamó la atención. Yo viví muy pocos años en Carballiño, pero cerca de allí pasaba veranos con unos tíos y conozco perfectamente la zona. El recuerdo que tengo de la infancia es de un mundo de sueños, de descanso, un mundo mágico.

¿Es una de las mejores obras de Gulías? 

Para mí sí. Es una obra de las más importantes, dentro de su sencillez, que parece que no es nada, yo lo considero de una gran calidad. 

¿Falta cuidar más su legado en la ciudad?

No lo sé, vivo en A Coruña, no sé cómo están. Pero no me extrañaría, es muy difícil mantener todas las obras de él. Y la arquitectura, y la cultura, no se aprecian mucho dentro del mundo actual. Una posible fórmula sería poner los edificios en uso, con cuidado, y conservarlos. Es importante darles vida, no tener un trasto ahí, si no tiene interés, no sirve para nada.

La cita de este martes ayuda a difundir su importancia.

Sí, pero yo no soy ningún erudito de Vázquez Gulías, ningún experto. Soy un tío al que le gusta Vázquez Gulías, un arquitecto de gran sensibilidad plástica. Merece ser admirado, que se protejan sus edificios, que la gente lo valore como merece.

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