La pandemia trae consigo nuevos gastos que antes no pasaban siquiera por la cabeza de la población. Las mascarillas han pasado a ser parte de la compra esencial de una familia, que hasta la semana costaban pasada costaban 96 céntimos, provocando un gasto diario que no todos pueden afrontar. Este puede ser el caso de las 1.140 familias numerosas de la provincia, según los datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en 2019, que se las ingenian para que todos sus miembros se protejan ahorrando lo posible.
La bajada del 21 al 4% de su IVA, algo que llevaban meses reclamando desde la Federación Española de Familias Numerosas, permite que una familia de cuatro miembros puede ahorrar ocho euros mensuales en las mascarillas higiénicas desechables y de 19 en las quirúrgicas, según la OCU. Al año la cifra alcanzaría los 96 y 228 euros, respectivamente. Mientras esto no ocurrió, estas familias se buscaron la vida para reducir gastos. "Nos decantamos por las de tela homologadas porque son la solución más económica. De otra manera sería una pasta lo que gastaríamos", explica Valle Calvelo, madre de diez niños y una de las tres familias con más de ocho hijos de la provincia.
Este ha sido un método de ahorro, ya que los niños deben ir al menos con dos mascarillas a los centros escolares. "Incluso los más pequeños, que van en Infantil, tienen que llevarlas porque en la escuela es obligatorio y al menos necesitan tres al día", explica Calvelo. Uno de ellos tiene un problema de salivación y, una duración de varias horas, se le complica. "A la hora ya la tiene empapada y no es bueno que ande con ella así de cara al invierno", cuenta. Además, reconoce que al menos cada día lava una treintena de mascarillas.
Cristina Fernández, madre de tres niños, se resigna a "no tener otra que afrontar" todos estos gastos. La Xunta anunció la semana pasada que a las familias con rentas bajas y a aquellas que perciban una beca para material escolar recibirán mascarillas gratis para los menores, una iniciativa a las que se agarra Fernández. "Es algo bueno, aunque todavía no se sabe cuándo se repartirán", apunta. En el caso de sus hijos usan las quirúrgicas por "comodidad" y al menos necesitan "dos al día" por la durabilidad. "Hay que estirar hasta donde podamos, privándote de otras cosas", cuenta y reconoce que en su caso tuvieron "suerte" al no parar de trabajar tanto ella como su marido.
El carro de la compra, otro handicap para todas estas familias que ven cómo la factura sube en cada visita al supermercado. "Al estar más tiempo en casa consumes más, si antes la gran compra que hacías eran 150 euros, ahora son 200 o más", explica Anabel Cortés, madre de tres niños a los que protege con mascarillas de tela homologadas para lograr cierto ahorro: "Si usasen quirúrgicas todos los días, no me daría el sueldo para pagar todo", apunta.
Clases online
La mayor preocupación de Cortés es una posible vuelta a las clases online, como sucedió en marzo. Con un ordenador en casa, si sus dos hijos mayores reciben una educación virtual no sabe cómo se las arreglará. "Si esto llega a pasar, me supondría un elevado gasto al que hacer frente comprando otro nuevo", resalta. Esta es una tarea complicada paran muchos hogares que no disponen de todas las herramientas tecnológicas necesarias. "Hace poco miramos un tablet para comprar y si quieres una decente, por menos de cien euros no la encuentras", afirma.
La ayudas de Educación para este colectivo son fundamentales y Valle Calvelo teme que se puedan ver afectadas por la crisis, aunque se muestra contenta con las que ofrece la Xunta a familias numerosas. "Que no tengamos que pagar las matrículas, nos ayuda mucho. Si tuviésemos que pagar las de todos igual no podríamos afrontarlo", comenta.
