CRÓNICA

Gastronomía variada y para todos los bolsillos

Marcos Domínguez, junto a parte de su equipo en el Botánico. (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera Marcos Domínguez, junto a parte de su equipo en el Botánico. (XESÚS FARIÑAS)
Verín es tierra de vinos y agua, pero también de una gastronomía excelente en la que priman productos obtenidos de las entrañas del valle. En los últimos tiempos, varias alternativas gastronómicas se han sumado a las ya existentes.

Verín ofrece a quien lo visita la posibilidad de degustar los manjares que emanan de una tierra generosa. Ejemplo de ello son los vinos de la Denominación de Origen de Monterrei, las aguas o la carne de vacuno. Actualmente, cuenta con una amplia oferta de restauración a la que en los últimos tiempos se han sumado nuevos emprendedores. Ejemplo de ello son el restaurante Botánico o la hamburguesería Malababa.

El primero de ellos, Botánico, se encuentra situado en la plaza García Barbón y al frente está Marcos Domínguez, un joven oriundo de la localidad. En plena pandemia, abrió sus puertas con una propuesta renovada en la que ha ganado un gran protagonismo la música en directo. Este amplio local ofrece a vecinos y visitantes tapas variadas y elaboradas a partir de productos gallegos de primera calidad, menú del día o comidas por encargo en un salón privado. Durante los fines de semana cuenta con conciertos que amenizan la hora del vermú de aquellos que eligen sentarse en su amplia y céntrica terraza. 

A escasos metros, en una de las estrechas calles que conforman el casco histórico de la villa se encuentra Malababa. Este local, recientemente renovado, abrió al público el pasado 15 de junio de la mano de tres socios verinenses, Daniel Regueiro, David Justo y Carlos Antonio Santos. Su carta se caracteriza por ofrecer hamburguesas de carne de primera calidad acompañada por hortalizas cultivadas en el valle de Monterrei exclusivamente para la preparación de su producto. De igual forma, el pan es elaborado por dos panaderías de la zona únicamente para ellos. Cuentan además con opciones para veganos y con una amplia carta de cervezas nacionales y de importación, y sidras secas y afrutadas. 

Entre las posibilidades de hospedaje en esta tierra, una de ellas es el Hotel Villa de Verín. Situado en pleno corazón de la villa, lleva en funcionamiento desde 1992. Actualmente, Carlos Cortés está al frente, y con él, son dos las generaciones de la familia que han decidido apostar por este negocio. Cuenta con 29 habitaciones totalmente equipadas, “con aire acondicionado para el sofocante calor de verano”, apunta Carlos y con servicio de aparcamiento privado. Está dotado con habitaciones para personas con movilidad reducida y ha sido reformado por completo en los últimos años. Ofrece a sus clientes únicamente la posibilidad de alojamiento, pero posee varios convenios con cafeterías y restaurantes próximos que permiten a quien regente este hotel disfrutar además de un buen desayuno o una buena cena.

Una de las habitaciones del Hotel Villa de Verín.
Una de las habitaciones del Hotel Villa de Verín.

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