Los agentes dieron prioridad a su detención y siguen en la actualidad varias líneas de investigación
La Guardia Civil marcó como prioritario la detención de los encapuchados que a mediados del pasado mes de enero asaltaron y agredieron a un matrimonio de San Mamede de Urrós (Allariz) y días más tarde hicieron lo mismo con tres hermanas -una de ellas con una minusvalía- en Güin (Bande).
Así lo aseguró ayer el teniente coronel de la Comandancia ourensana, Manuel Javier Novo Colldefors, durante la celebración del 173 aniversario de la fundación del cuerpo. "Estamos trabajando en varias líneas y la detención de los encapuchados tiene prioridad porque nos preocupa y mucho los asaltos con violencia", añadió el teniente coronel, puntualizando que se reforzó la investigación y también la vigilancia para impedir nuevos asaltos.
Durante la celebración, que tuvo lugar en el salón de actos de la Comandancia, Novo Colldefors no se olvido del crimen del párroco de Vilanova dos Infantes (Celanova), Adolfo Enríquez Méndez, de 77 años, hallado muerto el 9 de marzo del año 2014. La Guardia Civil detuvo a dos hombres, naturales de Croacia, pero fueron puestos en libertad ante la falta de pruebas que los incriminen. El teniente coronel puntualizó ayer que la investigación "no está cerrada y la UCO -Unidad de Coordinación Operativa) continúa trabajando en el tema, aunque de momento no tenemos avances".
Condecoraciones
En el aniversario fueron condecorados con la cruz de la orden del mérito de la Guardia Civil con distinto blanco, el secretario de la Subdelegación del Gobierno, Manuel Arias; el brigada Manuel Fernandez, el sargento Eladio Gijón y los cabos primero Bernardino Fernández y Miguel Ángel Torres. Recibieron también el mismo galardón los guardias civiles, Alberto Conde, Juan Antonio Rodríguez, Andrés Sanchez, José Luis Hernández, José Efrén Varón, José Luis Martínez, Enrique Tesouro e Isaac Valeiras.
Pero no fueron los únicos condecorados, dado que el Ministerio de Interior concedió la misma medalla, pero al mérito militar, al sargento Rafael Juste, al cabo Antonio Graña y a los guardias civiles Jesús Pérez y Carlos Fernández.
Al acto, que estuvo presidido por el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, se sumaron numerosas autoridades de la clase política y de la judicatura. Roberto Castro animó a los miembros de instituto armado a seguir trabajando para garantizar la seguridad de los ourensanos.
Mientras, Manuel Javier Novo Colldefors recordó en su discurso los principios de la Guardia Civil en la provincia, allá por el año 1844 cuando solamente eran 100 efectivos, que entonces detuvieron a cinco personas en San Cristovo de Cea por el robo de 550 pesetas (menos de tres euros) a un vecino. También incriminaron a una mujer por la muerte de dos recién nacidos en Ribadavia, auxiliaron a un vecino tras quedar atrapado en un carro en Bande y a otro en un incendio. "Como se puede apreciar, los delitos no cambiaron mucho, aunque hoy contamos con más medidos y tecnología para combatirlos", aseguró el teniente coronel.
