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Gavela, de la Fundación San Rosendo: "Apostamos por grupos de convivencia pequeños"

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José Luis Gavela, presidente de la Fundación, propone su nuevo modelo

La Fundación San Rosendo apuesta por un cambio de modelo de atención a las personas mayores centrado en las Unidades de Convivencia de personas que compartan las mismas necesidades asistenciales y una mejor coordinación con el sistema sanitario, para dar el mejor servicio posible a los mayores que ingresarán en los próximos años y con el objetivo de poder abordar pandemias. En esta línea, el presidente de la fundación, José Luis Gavela, avanzó que no están ocupando todas las plazas disponibles y "no lad vamos a llenar", para, de momento no saturar los centros –ninguno de ellos supera ahora el 90% de ocupación–. 

"Las residencias deben buscar la atención personalizada  y una mayor coordinación entre las residencias, los centros de salud y el hospital de referencia, con circuitos claros de derivación y utilizando las nuevas tecnologías a través de la teleasistencia", señaló el presidente, José Luis Gavela. 

"Los centros tienen que seguir siendo hogares, pero con una prioridad: la atención personalizada y más individualizada y que a la vez pueda responder mejor ante una pandemia", añadió Gavela. Aunque los centros de mayores no deben renunciar a la convivencia social, que son "su esencia y la mejor manera de garantizar la vida digna", sí que ve necesario crear grupos estables. 

Mejor relación con la sanidad

"No es necesario medicalizar las residencias, sino alcanzar una mayor coordinación con el sistema sanitario y aprovechar las nuevas tecnologías para evitar muchos traslados de personas mayores al hospital, aprovechando la telemedicina". En este sentido, Gavela cree que es básico "gestionar de manera eficiente la información clínica de los mayores y evitar traslados innecesarios". 

Reorganización

El nuevo modelo de grupos de convivencia implicará, según el presidente de la Fundación San Rosendo, "una reorganización de equipos, circuitos y tareas para que la vida se desarrolle en grupos reducidos donde, además, las personas compartan el mismo tipo de necesidades asistenciales". Así, se podrían adaptar las terapias y actividades según las necesidades comunes. Además, cada unidad de convivencia tendría un equipo de profesionales estable asignado, "favoreciendo una asistencia de más calidad y minimiza la expansión del virus".

Nueva arquitectura

Para adaptarse a este modelo individualizado hay que "repensar la arquitectura de los centros", abordando una reorganización de espacios realizar las actividades en unidades de convivencia pequeñas, con más salas pero de tamaño más reducido y más comedores por centro. También será necesario crear nuevos espacios para dar respuesta a la pandemia, como un área de aislamiento. Por último, la fundación asegura que mantendrá su "apuesta por el rural" porque consideran que "mantener la cercanía con el entorno de origen es beneficioso para las personas mayores, además, es una apuesta por la vida social y económica en estas zonas". 

El virus se coló en 20 de los 71 centros residenciales

La fundación presidida por José Luis Gavela tiene claro que si algo no se puede olvidar en este 2020 es la incidencia del covid, un virus que encontró en las residencias de mayores al eslabón débil de la cadena comunitaria. "Es una cara muy amarga en el balance de este año", reconoció Gavela, que no duda en mostrar su "cercanía" con las familias que han perdido a sus seres queridos. "Pedimos perdón a las familias a las que no hemos podido satisfacer", señaló el presidente de la Fundación, que invitó a la "reflexión sobre ese futuro modelo", con la intención de evitar que vuelva a pasar algo parecido.

Afección del virus

En aras de la transparencia, Gavela puso cifras a la incidencia del covid-19  en los centros de la Fundación durante estas dos oleadas, con datos recopilados hasta el 14 de diciembre. El 85% de los 5.601 trabajadores y usuarios no se han contagiado y el virus penetró en 20 de los 71 centros  repartidos por Galicia.

 De las 864 personas infectadas, se curaron 736 y perdieron la vida 106, lo que representa el 2,8% del total de los residentes. Los fallecidos se concentraron en tres centros dos de ellos ourensanos: 26 perdieron la vida en La Esperanza y otros 40 en Os Gozos". 

En la primera oleada, 11 residencias tuvieron algún caso positivo entre sus usuarios, mientras que en la segunda esa cifra se rebajó a 9 centros. Pese a esto, la incidencia del virus ha sido más alta en esta segunda oleada de la pandemia, con más positivos y fallecidos.

Sí puso de relieve Gavela que en 16 de las 30 residencias con trabajadores contagiados no llegó a haber casos entre los residentes, es decir, "en más de la mitad de los casos se pudo contener el avance del virus", subrayando así que "los protocolos en los centros funcionan". 

Asimismo, agradeció el trabajo de todos los profesionales y destacó que "muchos antepusieron su profesión al miedo y a la incertidumbre" y recordó que incluso un grupo de 35 profesionales se ofreció voluntariamente a ayudar.

Navidad con precaución

En cuanto a la llegada de la Navidad, llamó a "extremar las precauciones" y aseguró que los centros de la Fundación no bajarán la guardia y mantendrá todos los recursos y protocolos. Además, seguirán el protocolo de la Xunta, permitiendo las salidas, "que deben ser de cinco días, solo una vez y siempre para ir al domicilio familiar". Además, se harán PCR a la llegada.  

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